Myanmar, Tierra Santa o Ucrania son algunas de las zonas de conflicto que ha citado el Papa en el ángelus de este domingo: "Escuchen su grito de paz"
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Foto: Vatican Media. Dominio público |
El Pontífice ha aseverado
que la paz “es un camino” en el que todas las partes deben involucrarse para
dar “pasos de diálogo” para
alcanzar la meta “de la reconciliación fraterna”.
En este sentido, ha
recordado los tres años de “llanto
y dolor” en Myanmar, sumándose a la petición de los
obispos del país para “que las armas de la destrucción se transformen en
instrumento para crecer en amor y justicia”.
Francisco ha celebrado
que se haya permitido el acceso a ayudas humanitarias para garantizar a las
víctimas del conflicto en Myanmar, y espera que también ocurra cuanto antes en Israel y
Palestina, así como en las poblaciones donde se combate, incluido Ucrania:
“Por favor, que se escuche su grito de paz, el grito de la gente cansada de la
violencia y que quiere que acabe la guerra, que es un desastre para los pueblos
y deshecha a la humanidad”, ha recalcado el obispo de Roma.
El Sucesor de Pedro
también ha acogido con alivio la liberación de las seis monjas secuestradas en Haití la pasada
semana, y
de esta manera reclama “que sean puestas en libertad todas las personas
secuestradas y que se termine toda forma de violencia, que todos ofrezcan su
propio aporte para desarrollo pacifico en el país para lo que se necesita un
renovado apoyo de la comunidad internacional”, ha manifestado.
Asimismo, ha pedido una
oración por la parroquia de Santa María en el barrio de Sariyer de
Estambul, que
este domingo ha sido atacada durante la Misa, dejando un muerto y varios
heridos.
Los niños de Acción Católica de
Roma, junto al Papa
El Papa Francisco ha
estado acompañado en el balcón del Palacio Apostólico por dos niños de Acción Católica de Roma, que
han participado en la caravana por la paz que ha culminado en la Plaza de San
Pedro este domingo. Una de las chicas ha leído el mensaje dirigido al Papa
Francisco y a los presentes en el Vaticano.
“Querido Papa Francisco
como cada año estamos aquí para gritar a toda la ciudad y al mundo entero
nuestro deseo de paz. En estos días es difícil pensar en la paz. Se están
librando muchas guerras, incluso cerca de nosotros. Parece que nadie se preocupa
para hacer la paz. Nosotros
en cambio queremos estar del lado de la paz intentando apagar a nuestra pequeña
manera el fuego del odio y de la violencia. Reflexionando
sobre la paz, la hemos dibujado como una planta hermosa y floreciente, por el
contrario la guerra es como una planta seca y apagada. Esto nos recuerda que el
mundo es un don de Dios, no debemos destruirlo con el odio”.
Fuente: ECCLESIA