Monseñor César Franco presenta “La vida de Jesús según Juan” un libro que descubre un mundo ignoto y desconocido
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Mons. César A. Franco, obispo de Segovia. |
Monseñor César A. Franco Martínez, en el momento en el
que escribo estas líneas, es obispo de Segovia. Parece que en poco tiempo
pasará a ser emérito.
Además de obispo, antes lo fue como auxiliar de
Madrid, es uno de los poetas religiosos más interesantes del presente.
Me remito al libro por el que le concedieron no hace muchas semanas el último
premio Fernando Rielo. Y sigo.
Estudioso de los Evangelios
Además es un estudioso de los Evangelios. Doctor por
Comillas y diplomado en ciencias bíblicas por L´École Biblique et Archéologique
de Jerusalén, nunca ha abandonado sus estudios escriturísticos.
Vocación que fue alentada muy pronto en su vida como
discípulo del sacerdote madrileño don Mariano Herranz, iniciador de lo que se
ha llamado la Escuela de Madrid, y que se ha desarrollado, en gran media,
dentro de la colección Studia Semitica Novi Testamenti.
Una Escuela que tiene la ventaja de que se formaron,
desde muy jóvenes, en lenguas modernas con lo que la bibliografía utilizada en
este libro abarca referencias en español, italiano, francés e inglés.
No termina aquí la biografía artística de monseñor
César A. Franco. Me resta sumar que es un consumado pintor. Es
cierto que su obra, en este sentido, es más limitada en cantidad, no creo que
en calidad.
Evangelio de san Juan
El trabajo que ahora nos ocupa, su última producción,
es síntesis de no poco de los que acabamos de reseñar. Don César, como
le hemos llamado siempre, hace una presentación exegética del Evangelio de san
Juan que permite al lector descubrir un mundo ignoto, desconocido
hasta ese momento.
Da gusto en este trabajo la claridad de estilo, la
sencillez y belleza expresiva.
No han sido pocas veces las que de forma continuada, o
en la liturgia, hemos leído el Evangelio de san Juan. A partir de la lectura de
este libro, se descubrirán nuevos horizontes de comprensión del cuarto
Evangelio.
Una nueva lectura de este EvangelioReligión Confidencial
Me atrevería incluso a proponer un método para una
nueva lectura de este Evangelio, que también puede ser compartida en grupo.
Este libro está dividido en dos partes. La primera se
ofrece como algunas claves, diríamos, de contexto, exegéticas.
Por ejemplo, desentraña la naturaleza e identidad de
este Evangelio singular, por no encuadrarse dentro de los sinópticos. Plantea
la cuestión del Jesús de Juan, en la línea de la biografía dramática; nos
explica las relaciones del Evangelio con el tiempo y el espacio, con la
geografía y la historia; nos habla de las fiestas judías en la vida de Jesús,
de los signos, y de los discursos y de la lengua del Evangelio.
Una magnífica introducción que, por cierto, rompe con
algunos esquemas que se tienen, y se explican, al uso, como por ejemplo el de
la datación tardía o el de la supuesta a-historicidad, por teológico, de este
Evangelio. Cuestiones que entre los especialistas hoy se están reformulando.
Intimidad de Jesús
Sin embargo, en la segunda parte, el libro se va
adentrando en una explicación, entre exegética y espiritual, de cada uno de los
capítulos del Evangelio. Lo que permite al lector hacer una lectura previa de
este texto y luego ir al Evangelio o al revés.
En este sentido es en el que afirmo que se topará con
algunos interesantes descubrimientos de la perspectiva que propone el
Evangelista, discípulo amado.
Por ejemplo, la dirección de la luz, que
diría Lagrange, que es lo que diferencia a los Evangelios, enfocada aquí a que
el lector se adentre en el ámbito de la intimidad de Jesús con
una perspectiva más viva y detallada sobre los sentimientos y los afectos. O la
cuestión de creer o no en Jesucristo, en su divinidad y en su humanidad.
Gloria, palabra, conocer y creer
Se podría decir que los cuatro términos clave del
Evangelio del “mistagogo divino” son: gloria, palabra, conocer y creer.
No olvidemos que, mientras que en los sinópticos el
“Reino de Dios” como objeto de predicación de Jesús es básico, en Juan sólo
aparece una vez (3, 3-5), pues lo sustituye por el de “vida” o “vida eterna”.
Conceptos que nos ayudan a entender el drama más
trascendente de la historia, un drama de la realidad histórica de lo humano,
“tragedia divina y humana”.
Así nos daremos cuenta de que el cuarto Evangelio es
un hermoso tapiz en el que ninguna puntada se ha dado a la ligera, como insiste
don César.
José Francisco Serrano Oceja
Fuente: Religión Confidencial