En entrevista con el director del noticiario italiano Tg1, Gianmarco Chiocci, Francisco afirma que el conflicto mundial "es una posibilidad, no debemos acostumbrarnos a la guerra, el problema son las industrias armamentísticas"
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El Papa Francisco es entrevistado en su casa de Santa Marta por Gianmarco Chiocci, director del noticiario italiano TG1. |
El Pontífice anuncia que irá a Dubái del 1 al 3
de diciembre para la COP 28. Además, evalúa positivamente el Sínodo, apoya dar
más espacio a las mujeres, pero sin ordenarlas.
Para el Papa Francisco que se produzca una
escalada mundial de la guerra que estalló en Israel y Palestina "es una
posibilidad", pero espera que no suceda confiando en la "sabiduría
humana". Lo dijo durante una larga entrevista con el director del
noticiario italiano Tg1, Gianmarco Chiocci, emitida la noche del miércoles 1 de
noviembre en el canal de televisión RaiUno.
Israel y Gaza
Sobre lo que está ocurriendo en Medio Oriente,
el Pontífice afirmó: "Toda guerra es una derrota. Nada se resuelve con la
guerra. Nada. Todo se gana con la paz, con el diálogo. Entraron en los kibutz,
tomaron rehenes. Mataron a algunos. Y luego la reacción. Los israelíes van por
esos rehenes, a rescatarlos. En la guerra una bofetada provoca la otra. Una es
fuerte y la otra más fuerte, y continúa así. La guerra es una derrota. Yo la he
sentido como una nueva derrota. Dos pueblos que tienen que convivir, con esa
sabia solución: dos pueblos, dos Estados. El acuerdo de Oslo: dos Estados bien
limitados y Jerusalén con un estatuto especial".
Recordando la oración por la paz de la semana
pasada, Francisco reiteró que el mundo atraviesa una "hora muy oscura. No
hay capacidad para reflexionar con claridad y a la hora más oscura yo añadiría:
una nueva derrota. Ha sido así desde la última guerra mundial, desde el 45
hasta ahora, una derrota tras otra, porque las guerras no han cesado. Pero el
mayor problema sigue siendo las industrias armamentísticas. Una persona que
entiende de inversiones, a la que conocí en una reunión, me dijo que hoy las
inversiones que dan más ingresos son las fábricas de armas".
El Papa dijo que todos los días llama
telefónicamente a los religiosos que están en Gaza. "Al vicepárroco
egipcio, el padre Yussuf, lo llamo todos los días y me dice ‘en la parroquia
hay 563 personas, todos cristianos y también algunos musulmanes. Niños enfermos
que son atendidos por las hermanas de la Madre Teresa’. En esta pequeña
parroquia hay 563 personas. Cada día intento acompañarlos. Por el momento,
gracias a Dios, las fuerzas israelíes respetan esa parroquia".
Acostumbramiento a la guerra y al antisemitismo
"Recuerdo -expresó el Papa- un momento muy
duro al inicio de mi pontificado, fue cuando estalló con tanta fuerza la guerra
en Siria e hice un acto de oración en la plaza, donde rezaron cristianos y
también musulmanes, que trajeron una alfombra para rezar. Fue un momento muy
duro. Para mí es algo malo, pero luego, esto no está bien decirlo, uno se
acostumbra, desgraciadamente uno se acostumbra. No debemos
acostumbrarnos".
Y sobre una posible escalada mundial del
conflicto bélico en Medio Oriente, precisó: "Sería el fin de muchas cosas
y de muchas vidas. Creo que la sabiduría humana detiene estas cosas. Sí, existe
la posibilidad, pero... y nos afecta esta guerra por lo que significa para
Israel, Palestina, Tierra Santa, Jerusalén, pero también nos afecta Ucrania
porque está cerca. Pero hay muchas otras guerras que no nos tocan: Kivu, Yemen,
Myanmar con los rohingyas, que son mártires. El mundo está en guerra, pero la
industria armamentística está detrás".
Francisco habló también del antisemitismo que
"desgraciadamente permanece escondido. Se ve, por ejemplo, jóvenes aquí y
allá haciendo algo. Es verdad que en este caso es muy grande, pero siempre hay
algo de antisemitismo y no siempre basta ver el Holocausto que hicieron en la
Segunda Guerra Mundial, esos seis millones de asesinados, esclavizados y no ha
pasado. Desgraciadamente, no ha pasado. No sé cómo explicarlo y no tengo una
explicación, es un hecho que lo veo y no me gusta”.
El conflicto en Ucrania
Consultado acerca de la reacción ucraniana a
las iniciativas de paz de la Santa Sede, Francisco respondió: "Pienso en
el pueblo ucraniano, no debemos juzgarlo hoy. El pueblo ucraniano es un pueblo
mártir, tuvo persecuciones en tiempos de Stalin, muy fuertes. Es un pueblo
mártir. Leí un libro conmemorativo sobre esto y el martirio fue terrible,
Siberia... era un pueblo que sufría mucho y ahora lo que sea que les haga
revivir eso, los entiendo, y recibí al presidente Zelensky, lo entiendo, pero
necesitamos paz. ¡Deténganse! Deténganse un momento y busquen un acuerdo de
paz, los acuerdos son la verdadera solución a esto. Para los dos".
El Papa recordó: "El segundo día de la
guerra en Ucrania, fui a la embajada rusa, sentí que tenía que ir allí y dije
que estaba dispuesto a ir a ver a Putin si eso ayudaba... Y desde ese momento
mantuve una buena conversación con la embajada rusa. Cuando presentaba
prisioneros, iba allí y los liberaban, incluso liberaron a algunos de Azov. En
resumen, la embajada hizo muy bien en liberar a la gente que podía ser
liberada. Pero el diálogo se detuvo ahí. Fue entonces cuando Lavrov me
escribió: 'Gracias si quieres venir, pero no es necesario’. Quería ir a ambas
partes”.
Mujeres en la Iglesia
"Aquí en el Vaticano hay más mujeres en el
trabajo, por ejemplo, la vicegobernadora del Estado Vaticano es una mujer, una
religiosa, y el gobernador tiene un rol más genérico, pero ella es la que
manda. En el Consejo para la Economía hay seis cardenales y seis laicos, y de
estos seis laicos, cinco son mujeres. Luego, ya hay secretarias en el lugar de
monseñores: el secretario de la vida consagrada es una mujer, del Desarrollo
Humano Integral es una mujer, en la comisión para elegir obispos hay tres
mujeres; porque las mujeres entienden cosas que nosotros no entendemos, las
mujeres tienen un don especial para la situación y eso hace falta, creo que hay
que incluirlas en el trabajo normal de la Iglesia”.
En cuanto a la ordenación de mujeres, Francisco
sostuvo: "Ahí hay un problema teológico, no un problema administrativo.
Las mujeres pueden hacer de todo en la Iglesia, incluso puede haber una
Gobernadora, no hay problema. Pero desde el punto de vista teológico,
ministerial, son cosas distintas: el principio petrino, que es el de la
jurisdicción, y el principio mariano, que es el más importante porque la
Iglesia es mujer, la Iglesia es esposa, la Iglesia no es masculina, es mujer.
Hace falta una teología para entender esto, y el poder de la “Iglesia-mujer” y
de las mujeres en la Iglesia es más fuerte y más importante que el de los
ministros masculinos. María es más importante que Pedro, porque la Iglesia es
mujer. Pero si queremos reducir esto al funcionalismo, perdemos".
Sínodo y celibato
Para Francisco, el resultado del Sínodo sobre
la sinodalidad ha sido "positivo. Se discutió todo con total libertad. Y
esto es algo hermoso y logramos hacer un documento final, que debe ser
estudiado en esta segunda parte para la próxima sesión de octubre, como el de
la familia, también este es un Sínodo en dos etapas. Creo que hemos llegado
propiamente a ese ejercicio de sinodalidad que san Pablo VI había querido al
final del Concilio, porque se había dado cuenta de que la Iglesia de Occidente
había perdido la dimensión sinodal que, en cambio, tienen las orientales".
Sobre el tema de las parejas homosexuales,
Francisco respondió: "Cuando digo ‘todos, todos, todos’, son personas. La
Iglesia acoge a las personas, a todos, y no pregunta cómo eres. Luego, en su
interior, cada uno crece y madura en su pertenencia cristiana. Es verdad que
hoy está un poco de moda hablar de esto. La Iglesia acoge a todos. Otra cosa es
cuando hay organizaciones que quieren entrar. El principio es este: la Iglesia
acoge a todos los que pueden bautizarse. Las organizaciones no pueden bautizarse.
Las personas sí”.
Abusos en la Iglesia y fuera de ella
Prosiguiendo la entrevista con el director de
Tg1, Francisco también explicó que ha continuado el trabajo realizado por
Benedicto XVI respecto del flagelo de los abusos sexuales en el ámbito
eclesial. "Se hizo mucha limpieza. Eran todos casos de abusos, e incluso
algunos de la Curia fueron expulsados. El Papa Ratzinger fue valiente en esto.
Tomó ese problema en sus manos y dio muchos pasos y luego lo entregó para que
se terminara. Esto continúa. El abuso, sea de conciencia, sea sexual, sea lo
que sea, no debe tolerarse. Es contrario al Evangelio. El Evangelio es
servicio, no abuso, y vemos tantos episcopados que han hecho un buen trabajo
para estudiar los abusos sexuales, pero también los otros".
El Papa reconoció que la Iglesia ha hecho mucho
en la lucha contra la pederastia, “pero todavía queda mucho por hacer”.
El momento más difícil
A la pregunta de cuál ha sido el momento más
difícil de su pontificado, el Papa contestó: "Quizás fue difícil y duro
cuando tuve que ir contra la guerra siria... No sabía qué hacer, era muy
difícil. No estaba acostumbrado a algo así y también tenía miedo a equivocarme
y hacer daño. Fue difícil. También hubo momentos fáciles y otros no tanto. Pero
siempre el Señor me ayudó a resolver, o al menos a ser paciente, a esperar a
resolver".
A la pregunta de qué teme, el Papa respondió:
“Vienen pequeños temores. Que pase esto, que pase aquello. La guerra en Tierra
Santa me da miedo, esa gente, cómo acabará esta historia. Pero se resuelve ante
el Señor. No es que los miedos desaparezcan. Pero permanecen de una manera
humana, digamos. Es bueno tener miedos".
"Iré a Dubai para la COP 28"
"Sí, iré a Dubai. Creo que iré del 1 al 3
de diciembre. Estaré allí tres días. Recuerdo cuando fui a Estrasburgo, al
Parlamento Europeo, y el Presidente Hollande envió a la ministra de Medio
Ambiente, Ségolène Royal, a recibirme y me preguntó: '¿Pero está preparando
algo sobre el medio ambiente? Hágalo antes de la reunión de París'. Llamé a
algunos científicos de aquí, que se apresuraron: Laudato si' salió antes de
París. Y la reunión de París fue la más hermosa de todas. Después de París todo
el mundo fue hacia atrás y hace falta valor para avanzar en esto".
La fe
A la pregunta de si su fe ha flaqueado alguna
vez, el Papa declaró: "En el sentido de perderla, no. Pero en la
perspectiva de no sentirla y caminar por senderos oscuros: ¿dónde está el
Señor? ¿Se siente que el Señor se esconde, dónde está solo? O retrocedemos y
nos alejamos de Él. ¿Y dónde estás Señor? ¿Y por qué no solucionas esto? Y oyes
al Señor que te dice en tu interior: ‘porque no tengo una varita mágica’. El
Señor no es Mandrake, no. Es otra cosa".
Entre Maradona y Messi, prefiere a Pelé
Por último, el Papa responde a la pregunta de a
quién prefiere entre los dos grandes futbolistas argentinos, Maradona o Messi.
"Diré un tercero: Pelé".
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