Nacido en Alemania en una familia de inmigrantes musulmanes, su padre había sido pescador, y su madre, ama de casa. Siendo muy joven regresó a su tierra natal, estudió y se licenció en Administración Pública.
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P. Antuan Ilgit. Dominio público |
Convertido al catolicismo en 1997, a sus 51 años será el primer obispo
de origen turco de la historia reciente. Actualmente es el único sacerdote
turco, y el primer jesuita, de toda Turquía.
La
vida de Antuan está marcada por un día muy concreto del calendario: el 6 de
febrero de este mismo año. Tras la devastadora sacudida del terremoto -que dejó
más de 50.000 muertos solo en Turquía-, el padre Antuan tuvo que sacar la Eucaristía del
sagrario sepultado bajo los escombros de la catedral de
Iskenderun. Allí también rescató la imagen de una Virgen que se convirtió
en todo un símbolo de esperanza.
La sencillez de dos sacerdotes
Este
nombramiento episcopal llega precisamente como signo de la gran atención del
Papa a la comunidad afectada por el terremoto. Es más, durante la pasada JMJ de
Lisboa, Francisco quiso
encontrarse con los jóvenes de la zona afectada, acompañados por
el obispo Antuan.
Pero,
¿quién es Antuan Ilgit? Nacido en Alemania en 1972 en una familia de inmigrantes musulmanes, su padre
había sido pescador en Turquía, y su madre, ama de casa. Siendo muy joven
regresó a su tierra natal, estudió y se licenció en Administración Pública en
1994.
En
aquellos años de estudios, Antuan se convirtió al catolicismo y fue bautizado en 1997, en la
iglesia de Santa Teresita del Niño Jesús. Tras una experiencia de vida
religiosa en la Orden de Frailes Menores Capuchinos, ingresó en el noviciado de
la Compañía de Jesús (Provincia de Italia) en 2005. Sacerdote desde 2010, se
doctoró en Bioética en Estados Unidos.
"Mi
camino en la Compañía de Jesús comenzó gracias a dos jesuitas que conocí en
Ankara (Turquía), durante mis estudios. Viendo su preparación, pero también su sencillez y humildad,
yo también quise transcurrir mi vida en la Compañía de Jesús, sirviendo a la
gente con una buena preparación", comenta en una reciente entrevista.
Intérprete de Erdoğan
Entonces
se produjo un encuentro con monseñor Bizzeti, también jesuita. "Él cambió
mi vida y me hizo estar cada vez más convencido del camino que emprendía bajo
la mirada fija en el Señor. Luego tuve también el don de encontrarme con el
Santo Padre en varias ocasiones, una de ellas cuando hice de intérprete entre él y el presidente Recep Tayyip Erdoğan. Este encuentro
es lo que deseo ser ahora: un puente entre mi país y la Iglesia",
explica.
La
nueva labor del obispo Antuan implicará pastorear, junto con el
titular, un territorio inmenso, que incluye ciudades como Antakya (antigua Antioquía), Adana, Mersin y
Trabzon. Una tierra marcada por la sangre de mártires como Luigi Padovese,
obispo de Anatolia asesinado por su chofer en 2010, y el padre Andrea Santoro,
asesinado en 2006.
"Los
planes de Dios son más grandes que los planes de los hombres. Hace apenas un
año hice el cuarto voto de la Compañía de Jesús, el de obediencia al Papa para
las misiones. Ahora, precisamente por este cuarto voto, he aceptado el nombramiento de obispo,
consciente de que mi país necesita obispos, sacerdotes, religiosas y religiosos
turcos. Espero prestar un buen servicio como obispo turco", dice Antuan.
El
nuevo obispo habla de su nombramiento como un signo de "gran esperanza,
incluso para los jóvenes de Turquía. Uno de ellos se ha convertido en obispo y
eso es un signo de la confianza del Papa en los jóvenes de una Iglesia que hasta ahora ha
sido mayoritariamente extranjera". Precisamente Antuan está encargado
de la pastoral juvenil de la Conferencia Episcopal turca.
Devolver lo recibido
"La
zona de Iskenderun, Antioquía, Tarso... es, en efecto, muy importante para el
cristianismo, y ahora que el rebaño se ha extendido un poco en Turquía, el
deseo, junto con nuestro obispo, es hacer que se queden en su lugar de origen. Hay que darles un lugar digno
donde vivir y garantizar los estudios a los jóvenes", añade el
obispo, que ha experimentado en primera persona lo que significa el
éxodo.
Sobre
las idas y venidas a su país, Antuan recuerda que así debe ser la vida del
cristiano. "La vida es un viaje continuo y mi vida siempre ha sido así
también. Como dice San Ignacio, la vida es una peregrinación y siempre lo será hasta el último
momento. Mi viaje continúa con etapas muy interesantes y hermosas. Yo digo
que el Señor tiene una gran creatividad. Tengo curiosidad por saber cómo
terminará y cuántas sorpresas más me encontraré", apunta.
El
nuevo obispo señala que ya tiene ganas de comenzar esta nueva misión. "Me
gusta mucho recordar lo que me escribió hace años monseñor Padovese, que
siempre quiso que volviera aquí. Me dijo: 'Ahora es el momento de que vuelvas a Turquía y devuelvas
todo lo que has recibido: caridad, paz, consuelo, esperanza'. Siento ganas
de hacerlo. Que mis compatriotas trabajen por la paz, den esperanza y hagan
caridad", relata.
En
un país donde la inmensa mayoría es de origen musulmán -se estima que hay cerca
de 50.000 católicos, un 0,7% de la población-, Antuan ve fundamental el diálogo
con las otras religiones. "Hice mi doctorado para trabajar específicamente
en el campo de la bioética, en el ámbito del diálogo interreligioso. Siempre he
defendido que tenemos tantos puntos en común, especialmente en lo que se refiere a la preservación de la
vida desde su nacimiento hasta su fin", recuerda.
El
nuevo obispo auxiliar con sede titular en Tubernuca será consagrado el próximo 25 de
noviembre en la Catedral de Estambul. Un hecho histórico para el país, ya
que será el primer obispo turco en la historia reciente.
J. C.
Fuente: ReL