El domingo 23 de julio, en pleno verano, los españoles están llamados a votar sus diputados, que a su vez votarán al presidente del Gobierno de la nación. Es la ocasión política más importante de cada legislatura.
Mons. Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, foto Europa Press. Dominio público |
Hace
unos años, no era extraño
que la Conferencia Episcopal publicara un documento conjunto de los obispos
orientando el voto católico, o al menos recordando principios básicos
como los puntos "no negociables" de Benedicto XVI y animando a
participar. Sin embargo, esto
no sucede desde las elecciones generales de 2011.
Quizá
el punto de inflexión llegó cuando en 2015 el PP de Mariano Rajoy anunció que mantendría la ley de
aborto del PSOE de Zapatero con retoques menores, y parte de sus
diputados y militantes empezaron a pasar a Vox. O con la llegada de Ricardo Blázquez en 2014
como presidente de Conferencia Episcopal. El caso es que en las elecciones
generales de 2016 ya no
hubo documento conjunto de los obispos, aunque los de la región de
Valencia, con el cardenal Cañizares al frente, sí lanzaron uno por su cuenta.
En
las elecciones generales de 2019
no hubo tampoco documento conjunto, pero para entonces el portavoz de
Conferencia Episcopal era Luis
Argüello, al que siempre le interesó la doctrina social y la
participación política de los católicos, quien firmó una nota como Secretario General del episcopado titulada Ante las próximas elecciones, que parecía
cumplir en parte esa función de orientación del voto.
El
pasado 27 de junio, al finalizar la reunión de la Comisión Permanente de los
obispos, su portavoz y secretario general, César García Magán, anunció: "No va a haber ninguna nota ni
ningún pronunciamiento específico". Por un lado, aseguraba que los obispos confían "en
el juicio de razón práctica de los fieles" (aunque se supone que
todas las veces que en cualquier parte del mundo, o en otras elecciones, los
obispos dan orientaciones al voto también confían en el "juicio" de
los fieles). Por otro lado, remitía a los interesados a leer el documento "El Dios fiel
mantiene su alianza" (de algo más de cien páginas)
aprobado por la Asamblea Plenaria de noviembre de 2022.
Más breve y directo es el documento
de la diócesis de Toledo de abril de 2023 "Orientaciones para la
participación de lo católicos en la política".
Y
así llegamos a esta semana de elecciones generales, donde aparte del arzobispo
de Oviedo, Jesús Sanz
Montes, muy activo, sólo el obispo de Segovia, el
de Sant Feliu (cerca de Barcelona) y el de Valladolid (Argüello) han publicado
cartas sobre los comicios y el católico en política.
Hablan
de muchos temas, pero ninguno
de los tres se atreve a mencionar la eutanasia (el gran cambio de
civilización de esta última legislatura en España) ni tampoco el aborto (aunque hablan en general
de "promover la vida").
César Franco da un criterio de Jesús:
"por sus frutos los conoceréis"
César
Franco, obispo de Segovia, en carta titulada Ética y política,
pide votar políticos
"idóneos". "Por sus frutos los conoceréis, dice Jesús.
Es un criterio esencial para conocer la condición humana. Las obras hablan de
la rectitud del corazón y del empeño por el bien común", escribe. (Aunque eso no da muchas ideas sobre los
candidatos que aún no han gobernado).
"Es
preciso que los ciudadanos sepamos discernir con sabiduría quienes son dignos
del pueblo que desea ser gobernado con verdad, ética y justicia", añade.
"Además
de examinar los programas de los partidos políticos, hay que valorar la coherencia de los
candidatos con la ética que debe regir su alta función de gobierno, lo
que el magisterio de la Iglesia llama «caridad política». Desde sus inicios, la Iglesia pide no solo orar
por sus gobernantes, sino elegir los más idóneos, los que, por su
competencia profesional y trayectoria en el gobierno, merecen la confianza del
pueblo", detalla.
Mons. César Franco
pide que el político cumpla estas condiciones:
"Un
pueblo que no viva colonizado por las ideologías sabe, sin necesidad de
estudios especiales, que la
política también es cuestión suya porque afecta a su bienestar. Si su
capacidad de juicio está conformada por principios éticos esenciales, tiene el
derecho de exigir el respeto que el político reclama para sí", insiste el
obispo de Segovia.
Argüello: "en primer lugar, nuestra
situación demográfica"
Desde
la envejecidísima Castilla, el arzobispo Argüello pone algo muy concreto, la demografía,
como una prioridad en su carta "Una nueva llamada a las urnas".
España
tiene más fallecimientos que nacimientos desde hace años. En estas elecciones
-y hace unos meses en las autonómicas y locales- los programas y promesas electorales han hablado un poquito más
de natalidad que en años anteriores, cuando el tema era tabú, pero
todavía se menciona poco.
"En primer lugar, todo
lo que se refiere a nuestra situación demográfica, a este drama que los sociólogos denominan invierno demográfico. Cuáles
son las propuestas para favorecer la vida; qué comprensión de la persona, de la diferencia sexual, se
tiene; qué valor se da a la paternidad
y la maternidad; cuáles son las circunstancias de vivienda o las
condiciones laborales que pueden favorecer o dificultar la natalidad",
plantea Argüello como prioridad.
También
pide pensar en "la situación del Estado del Bienestar: en la educación, en la sanidad,
en los servicios sociales, en la atención a los mayores, en nuestro sistema de
pensiones…"
Pide
además "salud democrática"
y se preocupa por "la situación del poder judicial" y "la articulación entre las
diversas administraciones".
"Los
ciudadanos, posibles votantes, estamos llamados a participar -no es legítimo
mirar hacia otro lado- y a caer en la cuenta además de que nuestra participación en la vida
política no se acaba cuando depositamos nuestra papeleta en una urna,
sino que debe ser un compromiso mantenido en nuestra vida ordinaria",
exhorta Argüello. Y añade: "No
podemos esperarlo todo de la política. Hay vida, vida social, vida
cultural, vida relacional más allá de la dimensión política".
Y
a los políticos les dice que hay problemas con soluciones "que tienen que
ver con el sentido de la vida o con la dimensión religiosa de la
existencia".
Obispo Cortés: cuidado con las
"ideologías mesiánicas"
El
obispo Agustín Cortés Soriano pastorea la diócesis de Sant Feliu de Llobregat, con más de 1 millón de habitantes.
Con 75 años está a punto de dejar el cargo. Quizá por eso se ha animado a
escribir de política, aunque concreta menos aún que Franco y Argüello. Su carta
se titula "Dios y el César (Dios y el poder político)".
Empieza
citando a los papas recientes que han dicho que "la política merece el aprecio de uno de los más
valiosos servicios que una persona puede prestar a la sociedad: es ejercicio de
caridad social". Recuerda una gran aportación del cristianismo que limita
al poder político: "Hay
que obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hechos 5,29), por
lo que "ni los hombres, ni ningún poder político son Dios".
Hoy
sigue habiendo poderes
alimentados "por ideologías mesiánicas, que se resisten a aceptar una
instancia por encima de ellas, dando lugar a regímenes políticos
totalmente represivos". Cita al filósofo francés Jean Guitton: "Si Dios no está por encima del pueblo,
es el pueblo quien se convierte en Dios, la ley humana en voluntad de Dios, el
derecho humano en derecho divino. La libertad de pensar de forma distinta a la
opinión pública se vuelve idéntica a la blasfemia. No hay entonces ni
democracia, ni libertad, ni laicidad” ("Mi testamento filosófico",
conversando con François Mitterrand).
A
la hora de votar, el
cristiano sabe que "ha de elegir el proyecto político más cercano al Reino
de Dios y al mismo tiempo está convencido de que no puede pedir a un
proyecto político que encarne ese Reino". Por eso, señala el obispo,
"tiene la ayuda de la
Doctrina Social de la Iglesia, que es la luz del Evangelio sobre las
realidades sociales y políticas".
Para leer otro obispo
sobre estas elecciones, lea aquí al arzobispo de Oviedo sobre la
diferencia entre alternancia y alternativa.
Pablo J. Ginés
Fuente: ReL