El Apóstol fue declarado Patrón de España por Urbano VIII en el siglo XVII. Es uno de los discípulos más destacados, ya que presenció la Transfiguración y la Oración en el Huerto
Santiago Apóstol. Dominio público |
Santiago
es representado normalmente como un soldado sobre un caballo blanco preparado
para la lucha, aunque
también se le suele representar como un peregrino.
Una de las
figuras más importantes del santoral cristiano, Santiago se celebra en Galicia
como Día Grande. Del mismo modo, todas las Comunidades autónomas
que así lo deseen pueden incluirlo en el calendario de fiestas.
La historia del Apóstol Santiago
En vida,
Santiago era llamado Jacob. De hecho Santiago es la derivación lingüística de
Sant Iacob (del latín "San Jacob"). Era pescador junto con su padre
Zebedeo y su hermano, el evangelista y también apóstol San Juan. En un momento dado, Jesús le eligió para formar parte de sus
discípulos. Desde entonces, Santiago lo acompañó y estuvo presente en varios de
los momentos más destacados del Evangelio, como la
Transfiguración o la oración en el Huerto de los Olivos antes del comienzo de
la Pasión de Nuestro Señor. Del mismo modo, presenció la aparición de Cristo
después de Su Resurrección.
Después de
Pentecostés, Santiago el Mayor - por aquel entonces llamado Jacob, ya que
Santiago es la derivación - es enviado a predicar a Hispania, actuales
territorios de España y Portugal, a la que llega desde Jerusalén de forma poco
contrastada: algunos indican que lo hace atravesando
las Columnas de Hércules, bordeando las costas portuguesas y
llegando finalmente a Galicia; otros establecen el origen de su
periplo en Tarragona y su posterior travesía a lo largo del valle del Ebro y la
Cordillera Cantábrica para terminar llegando a lo que hoy es La Coruña,
mientras que por último, una tercera versión dice que su llegada es en realidad
a Cartagena, y que desde ahí partiría rumbo al norte.
Durante su
viaje por España, se le apareció la Virgen María para
reconfortarlo y animarle, ya que le estaba siendo difícil anunciar a Cristo
entre los habitantes de Hispania. Esta es la primera aparición
mariana de la historia y, de hecho, María aún vivía en Nazaret por aquel
entonces, por lo que se trata de una gracia especial de Dios al apóstol. De
esta aparición surge la devoción a la Virgen del Pilar, en Zaragoza.
Tras una
larga travesía por la Península Ibérica, Santiago regresó a Jerusalén y, en el
año 44, fue decapitado con una espada por orden del rey
Herodes. No obstante, sus discípulos recogieron el cadáver y lo embarcaron
con dirección a la Hispania Romana. Según la tradición, la nave
desembarcó en la costa gallega, donde fue trasladado al lugar donde hoy se
halla la catedral compostelana.
La leyenda
de la que surge la peregrinación del Camino de Santiago cuenta que, tras el descubrimiento del sepulcro donde descansaban sus restos,
alrededor del año 813, numerosos cristianos del norte de la península
comenzaron a peregrinar a lo que hoy es Santiago de Compostela para mostrar su
devoción. Esta costumbre luego se convirtió en tradición,
expandiéndose el fenómeno del Camino de Santiago a toda Europa y en todo el mundo,
por lo que la ciudad santa se convirtió en uno de los centros de peregrinación
más importantes de la cristiandad.
En el
año 1222 el Papa Calixto II decidió implantar el Año Santo
Compostelano, celebrándose los años en que el 25 de julio cayera en domingo, lo que le
da una frecuencia de celebrarse cada cuatro o cinco años, aproximadamente. En
cada Xacobeo se otorgan indulgencias a todos aquellos peregrinos que en
Santiago de Compostela cumplan los requisitos de visitar la catedral, recibir
los sacramentos y rezar una oración.
El Apóstol Santiago, Patrón de España
Desde el
siglo IX, los reyes de la Reconquista reconocían a Santiago Apóstol como su
patrón. Sin embargo, no fue hasta el siglo XVII
cuando el Papa Urbano VIII declaró a Santiago Patrón de España. De
este modo, Santiago el Mayor fue reconocido oficialmente como único patrón de España (que desde 1627 compartía con Santa Teresa
de Jesús). Junto con esta decisión, la Iglesia dio
su reconocimiento conjunto y oficial de que los restos del Apóstol estaban
enterrados en Compostela, y estableció además que su festividad se celebrara
cada 25 de julio. «Dios hizo a Santiago, Patrón de España, que no existía
entonces, para que cuando llegue el día pudiera interceder por ella y volverla
otra vez a la vida con su doctrina y con su espada», afirmó en una ocasión Francisco de Quevedo.
Desde 1646,
por obra de Felipe IV, está institucionalizado el Voto de Santiago,
que siguiendo la tradición de los reyes cristianos del norte de la Península en
los tiempos de la Reconquista, daba una ofrenda por parte de los reyes,
príncipes y del arzobispo de Compostela a
la Iglesia de Santiago cada 25 de julio. Esta ofrenda sigue teniendo
lugar a día de hoy, aunque de forma simbólica, en la celebración de la misa en
el Día del Apóstol.
¡Santiago y cierra España!
En la
tradición militar de España, el grito de guerra «¡Santiago y
cierra España!» ha sido utilizado por los soldados desde la Reconquista hasta
la época moderna antes de cada carga en ofensiva. El
significado de la frase es, por una parte, invocar al apóstol Santiago, que
según la leyenda se apareció durante la Batalla de Clavijo para
combatir junto a los cristianos, y por otro, la orden militar cierra,
que en términos militares significa trabar combate, embestir o acometer.
Fuente: ECCLESIA