DE LA JMJ AL ALTAR Y DEL ALTAR A LA JMJ: DIEZ AÑOS COMO VOLUNTARIOS EN UNA MISIÓN MUY ESPECIAL

En los preparativos de la JMJ se experimenta realmente la riqueza de ser Iglesia, donde tantas personas de diferentes culturas y nacionalidades se ayudan mutuamente"

Gustavo y Fabiola. Dominio público
Fabíola y Gustavo son una pareja brasileña que se conoció en la Renovación Carismática y juntos han sido voluntarios en las Jornadas Mundiales de la Juventud de Río 2013, Cracovia 2016, Panamá 2019 y, ahora, en Lisboa 2023. Su matrimonio ha estado marcado desde el principio por los encuentros de jóvenes con el Papa.

Gustavo es diseñador y, precisamente, fue el artífice del logotipo de la JMJ de Río de Janeiro 2013. Él nunca hubiera imaginado que aquel abrazo del Cristo redentor, que estilizó tan bien gráficamente, pronto significaría el abrazo de Jesús a una nueva familia a punto de surgir.

"Nos convertimos en familia" 

En esos días de la JMJ de Río, la primera del Papa Francisco, Fabíola, que tenía 26 años, y Gustavo la vivieron como una pareja de novios. Para Fabíola, periodista, el mensaje de la JMJ es un mensaje que sigue siendo muy actual, un acontecimiento que "promueve la unidad y la comunión. La Jornada Mundial de la Juventud muestra la belleza de estar juntos como Iglesia y testimoniar la fe juntos, nos convertimos en familia, en una gran familia", comenta en Vatican News.

Recordando a los papas que han marcado la Jornada Mundial de la Juventud, Fabíola señala cómo cada uno de ellos ha aportado algo especial dejando huella en la vida de los jóvenes. "La presencia de San Juan Pablo II se sigue sintiendo con fuerza hoy en día, fue el inventor de estas jornadas en 1986, sigue vivo en los corazones y rostros de los jóvenes que participan, incluso de aquellos que no lo conocieron", expresa.

También menciona al fallecido Papa Benedicto XVI, destacando su amor silencioso por los jóvenes, hasta llegar a Francisco de quien dice: "es especial, es como un párroco, un padre muy cercano a sus hijos". 

Primer aniversario en Cracovia

"Una de las cosas bonitas de la JMJ es ver cómo precisamente en la diversidad está la unidad. En los preparativos de la JMJ se experimenta realmente la riqueza de ser Iglesia, donde tantas personas de diferentes culturas y nacionalidades se ayudan mutuamente", comenta la voluntaria.

En 2015, Fabíola y Gustavo, casi recién casados, fueron llamados a asistir a la JMJ de Cracovia, esta invitación la percibieron como una "señal de Dios". Como familia pasaron su primer aniversario en Polonia, en la tierra de San Juan Pablo II, el padre de la JMJ.

Como voluntarios partieron de nuevo a Panamá en 2019 y hoy, una vez más, se ven participando en la JMJ de Lisboa 2023. Llevan dos meses en Portugal preparando el gran encuentro del Papa con los jóvenes.

Una labor que ahora se ha convertido en una misión, en una respuesta a la invitación que Dios les ha hecho. "¡Nada de lo que hagamos podrá compensar lo que Dios ha hecho por nosotros! Somos deudores, por eso queremos dar todo lo que podamos", asegura Fabíola.

J. C. M.

Fuente: ReL