A los redactores del programa televisivo de la RAI, recibidos en audiencia, el Papa Francisco les dijo que "es necesario "globalizar" la solidaridad, no la indiferencia"
Audiencia con el personal del programa televisivo. "Asua immagine" |
Anunciar el
Evangelio, fue su indicación, "significa testimoniar con nuestra vida que
hay un Dios de misericordia que nos espera y que va delante de nosotros".
Antes de asomarse
a la ventana para el rezo del Ángelus, al Papa Francisco le gusta ver durante
unos minutos el programa religioso de profundización de la televisión italiana "A
su imagen". Así lo reveló el propio Pontífice cuando se reunió en el
Vaticano con los redactores, guionistas y técnicos del programa televisivo.
"A veces -añadió el Papa- mencionaba algún contenido que me llamaba
particularmente la atención. Como sucedió, por ejemplo, el pasado 1 de enero en
el Ángelus, al día siguiente de la muerte del Papa Benedicto XVI.
"Acabamos de ver en la televisión 'A su imagen'", había dicho
Francisco en aquella ocasión, "toda la actividad y la vida del Papa
Benedicto".
Creados “a su imagen y semejanza”
El
Papa Francisco se detuvo también en las palabras que identifican el programa
nacido de la colaboración entre la RAI y la Conferencia Episcopal Italiana. Y
felicitó a quienes eligieron el nombre 'A Sua Immagine' hace 26 años:
“Estas palabras nos llevan al
principio de la Biblia, al libro del Génesis, donde en el momento culminante de
la creación Dios dice: 'Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza' (Gn
1,26). Hemos sido creados "a imagen" de Dios. No debemos
acostumbrarnos a esta expresión, no debe dejar de sorprendernos: en cada ser
humano Dios ha encendido de forma única una chispa de su luz”.
En
este tiempo marcado por la "crisis de los sustantivos" y "un uso
indebido de los adjetivos", dijo el Pontífice, hablando a distancia, hay
que retomar la sustancia de las cosas y superar la cultura del adjetivo:
"Dios, a imagen de Dios. Este es el sustantivo". La vocación del
programa, añadió, es buscar "la sustancialidad de las cosas".
Refiriéndose al nombre del programa televisivo, "A su imagen", el
Papa dijo a continuación:
“No dejen que estas palabras,
por costumbre, se conviertan en ‘palabras al viento’, o se reduzcan a escribir
en la pantalla. Conservad la maravilla de esta Palabra, para poder comunicarla.
Es importante. El cambio de época que vivimos atestigua la pérdida, por parte
de tantas personas, de la conciencia misma de ser hijos de Dios, creados
"a su imagen". Es necesario reavivarla. Porque ahí, en esa
"imagen", está el origen y el fundamento de la irreductible dignidad
humana; el origen y el fundamento de que todos seamos hermanos, porque somos
hijos del único Padre, amados y creados ‘A su imagen’”.
Dar voz a los que sufren
A
continuación, el Papa recordó que el programa religioso en profundidad de Rai
Cultura, conducido por la periodista Lorena Bianchetti y emitido los sábados y
domingos, presenta "rostros e historias de hombres y mujeres de nuestro
tiempo":
“Lo hace, en particular,
dando voz a los más débiles y a los que sufren; lo hace hablando de los que
viven el Evangelio en las periferias geográficas y existenciales de Italia y
del mundo; lo hace abriendo "ventanas" a situaciones y lugares que a menudo
escapan al radar de la opinión pública. A través de sus invitados y películas
dan testimonio, domingo tras domingo, con gracia y sin gritar, de tantas
experiencias de vida y de servicio. Nos recuerdan que hay jóvenes capaces de
comprometerse y gastarse por los demás; muestran también los dramas de la
humanidad, pero a través de historias que nos permiten mantener viva la
esperanza, porque nos dejan entrever la belleza del Evangelio vivido”.
Agradecimiento del Papa por la resonancia de los llamamientos
El
Papa Francisco también animó a la redacción de "A su imagen" a seguir
dando voz a los que sufren y a contar las historias de quienes viven el
Evangelio en las periferias geográficas y existenciales:
“Es necesario ‘globalizar’ la
solidaridad, no la indiferencia. Y hoy, la indiferencia está tan
globalizada.... Anunciar el Evangelio significa testimoniar con nuestra vida
que hay un Dios de misericordia que nos espera y que nos precede, que nos ha
querido y que nos ama. Y ustedes, con su trabajo específico, pueden aportar
mucho en este sentido. Y, en este sentido, os doy las gracias a ustedes y a la
RAI porque ayudan a dar resonancia a las llamadas que, después del Ángelus o
del Regina Caeli, hago por nuestros hermanos y hermanas en condiciones de grave
dificultad. De este modo, ayudan a los telespectadores a no olvidarlos, a estar
cerca de ellos con la oración, con la ayuda concreta y con el compromiso
cotidiano”.
Un
compromiso cotidiano entrelazado con heridas que conmocionan a la humanidad.
Como las que centraron, el pasado 15 de abril, el episodio especial de "A
su imagen" titulado "La esperanza sitiada". En aquella ocasión,
el Papa Francisco, en conversación con Lorena Bianchetti, había señalado que,
en todas partes, no sólo en Ucrania, resuenan las armas. El mundo, había
explicado entonces el Pontífice, "ha elegido el modelo de Caín", de
"matar al hermano". Ante las tragedias del mundo, "debemos pedir
la gracia de llorar".
Amedeo Lomonaco
- Ciudad del Vaticano
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