Capítulo 41: DEL DESPRECIO DE TODA HONRA TEMPORAL
![]() |
Dominio público |
Jesucristo:
1. Hijo, no te pese si vieres honrar y ensalzar
a otros, y tú ser despreciado y abatido.
Levanta tu corazón a Mí en el cielo, y no te
entristecerá el desprecio humano en la tierra.
2. Señor, en gran ceguedad estamos, y la
vanidad presto nos engaña. Si bien me miro, nunca se me ha hecho injuria por
criatura alguna; por lo cual no tengo de qué quejarme justamente de Ti. Mas
porque yo muchas veces pequé gravemente contra Ti, con razón se arman contra mí
todas las criaturas. Justamente, pues, se me debe confusión y desprecio; y a Ti
alabanza, honor y gloria. Y si no me dispusiere de modo que huelgue mucho ser
de cualquiera criatura despreciado y abandonado, y ser tenido por nada, no
podré estar interiormente pacificado y asegurado, ni recibir la luz espiritual,
ni unirme a Ti perfectamente.
Catholic.net