Jesús me espera aquí
![]() |
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy sor María Jesús nos
lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Todos tenemos experiencia, cuando nos metemos a
hacer obras en casa o necesitamos algún técnico para arreglar algo, quedamos en
el día y hora que vendrán y ese día o esa tarde cambiamos los planes: estamos
de espera. No quedamos con nadie más, no hacemos algo que nos lleve tiempo o
mucha atención, a veces ni llamadas telefónicas, para escuchar bien si llaman a
la puerta… en fin toda nuestra dedicación es esperar; y mientras, preparar un
poco el entorno que suponemos será necesario: como tapar algún mueble o
despejar el lugar, repensar la avería… ver los detalles para que se realice lo
mejor posible.
Esperamos y, por lo tanto, nuestro foco de
atención está en la espera, si tardan vamos repasando qué se necesitará, qué o
cómo lo harán… lo que se nos ocurra. Por eso si se retrasa nos impacientamos,
ya lo hemos previsto casi todo, todo está preparado, deseamos que llegue ya.
Estos días nos ha pasado a nosotras; iban a
venir tal día pero, ¿la hora? Incierta, así que a esperar.
Como estamos empezando el Adviento, tiempo de
esperar con verdadero deseo la venida del Señor, ha sido para mí una buena
experiencia para comprender mejor, por una parte, cómo es una espera de alguien
que realmente te interesa, que necesitas; una espera activa, preparando el
entorno, pensando como llegará este año el Señor a mí, qué le gustaría
encontrar preparado, cómo puedo ayudar o facilitar, y deseando que ya llegue y
culmine “su arreglo” en mí y empezar una etapa renovada.
Pero, por otra parte, también yo soy esperada,
cada uno somos esperados. Jesús nos espera para compartir algo de sus misterios
con nosotros, conmigo, contigo, con cada uno. Jesús siempre nos espera a cada
uno. Él también tiene preparados sus dones para fortalecernos, su amor para
sostenernos, su presencia para alegrarnos, sus gracias para lo que necesitemos
que sea reparado, arreglado o renovado. Él sabe que tenemos que caminar,
nuestra vida es un continuo camino en su búsqueda, y quiere caminar con
nosotros. Espera que le dejemos estar a nuestro lado, que le invitemos a
caminar con nosotros por el camino que Él es.
Él vive un continuo Adviento esperándonos cada
día. Cada día nos repite: “venid a Mí” y está ciertamente esperando que vayamos
a recoger su Amor, la porción de amor y de gracia que necesitamos para amarle
en lo cotidiano, en el trabajo, en la familia, en las relaciones fraternas,
incluso acogiendo los contratiempos.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
27 noviembre 2022
Fuente:
Dominicas de Lerma