El sitio web de la Familia Real expone las normas de sucesión al trono del Reino Unido, que agrupa a Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte
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Imagen referencial. Crédito: Markus Spiske / Unsplash |
Con la reciente muerte de la Reina Isabel II y el ascenso al trono inglés de Carlos III, la historia acumulada durante cerca de medio milenio desde que se produjera el cisma de la Iglesia en Inglaterra vuelve a aflorar, y surge la pregunta: ¿Por qué un católico no puede ser Rey de Inglaterra?
El sitio web de la Familia Real expone las normas de sucesión al trono del Reino Unido, que agrupa a Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte.
“La sucesión al trono está regulada no solo por descendencia, sino
también por estatuto parlamentario. El orden de sucesión es la secuencia de los
miembros de la Familia Real en el orden en que se ubican en la línea de
sucesión al trono”, explica el sitio web.
Más adelante, recuerda que la Carta de Derechos y la Ley de
Instauración “también establecieron varias condiciones que el Soberano debe
cumplir”.
“Un Católico Romano es
específicamente excluido de la sucesión al trono”, añade.
En la Ley de Instauración, emitida en 1701, en efecto se advierte
que no pueden heredar la corona británica quienes “comulguen con la Iglesia de
Roma” o profesen lo que denomina “la Religión Papal”.
Hasta 2013, aquellos que se casaran con una persona católica
también quedaban fuera de la línea de sucesión. Una ley publicada ese año anuló
esa disposición.
El sitio web de la Familia Real explica además
que la Ley de Instauración de 1701 “fue diseñada para asegurar la sucesión
protestante al trono y para fortalecer las garantías para asegurar un sistema
parlamentario de gobierno”, tras el derrocamiento del último rey católico de
Inglaterra, Jacobo II.
La princesa monegasca Alexandra de Hanover perdió en 2018 su lugar
en la línea de sucesión al trono inglés tras convertirse al catolicismo.
El cisma en Inglaterra
La iglesia anglicana surgió en la primera mitad del siglo XVI,
tras el fallido intento del rey inglés Enrique VIII de que el Papa Clemente VII
anule su primer matrimonio para que pueda casarse nuevamente.
La negativa del Papa motivó a Enrique VIII a declararse jefe de la
iglesia en Inglaterra, estableciendo lo que hoy se conoce como
anglicanismo.
Precisamente por mostrarse opuesto a la decisión del rey, su Canciller y fiel católico Santo
Tomás Moro, fue martirizado.
En los siglos siguientes, los católicos han sufrido persecución y
discriminación en Reino Unido.
Con los años además las diferencias doctrinales de los anglicanos con
la Iglesia Católica se han hecho cada vez mayores.
Actualmente, los
anglicanos permiten que las mujeres sean ordenadas sacerdotes e incluso pueden
ser obispos.
Este tipo de decisiones motivaron una conversión masiva de
anglicanos al catolicismo, que llevó a que el hoy Papa Emérito Benedicto XVI
establezca, con su constitución apostólica Anglicanorum Coetibus, un camino
para que puedan entrar en la comunión plena con la Iglesia Católica.
En julio de este año, la iglesia anglicana dijo que para ellos “no hay definición oficial” de lo que
significa ser mujer.
Actualmente, cada rey de Inglaterra, como la fallecida Isabel II o
su sucesor, Carlos III, ostenta el título de “gobernador supremo de la iglesia de Inglaterra”.
Por David Ramos
Fuente: ACI Prensa