La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó este 20 de enero que el Papa Francisco proclamará Doctor de la Iglesia universal a San Ireneo de Lyon
Foto de Gérald Gambier/Dominio público. Foto: Daniel Ibáñez/ ACI Prensa |
Según informó
un comunicado vaticano, el Pontífice recibió la propuesta de la Congregación
para las Causas de los Santos durante la audiencia que concedió este jueves al
prefecto, el Cardenal Marcello Semeraro, quien solicitó al Papa aprobar “el
dictamen afirmativo de la Sesión Plenaria de los Cardenales y Obispos miembros
del mismo Dicasterio, sobre la concesión del título de Doctor de la Iglesia
Universal a San Ireneo, Obispo de Lyon”.
El pasado 7 de
octubre, el Papa anunció su intención de proclamar a San Ireneo de Lyon Doctor
de la Iglesia con el título de Doctor unitatis, Doctor de la Unidad.
El Santo Padre
realizó este anuncio durante el encuentro que mantuvo con los miembros del
Grupo Mixto de Trabajo Ortodoxo-Católico San Ireneo en el Palacio Apostólico
del Vaticano.
En aquella
ocasión, el Papa destacó la importancia que la figura de San Ireneo tiene hoy
para el diálogo ecuménico entre católicos y ortodoxos porque “vino de Oriente y
ejerció su ministerio episcopal en Occidente. Fue un gran puente espiritual y
teológico entre cristianos orientales y occidentales”.
San Ireneo es el
segundo Doctor de la Iglesia proclamado en este Pontificado. Antes, el Papa
Francisco declaró Doctor de la Iglesia a San Gregorio de Narek en 2015.
En los
Pontificados anteriores, Benedicto XVI nombró Doctores de la Iglesia a San Juan
de Ávila y a Santa Hildegarda de Bingen.
San Juan Pablo
II proclamó Doctora de la Iglesia a Santa Teresa de Lisieux. San Pablo VI
nombró a Santa Teresa de Jesús y a Santa Catalina de Siena Doctoras de la
Iglesia.
San Juan XXIII
nombró a San Lorenzo de Brindisi Doctor de la Iglesia y Pío XII nombró Doctor
de la Iglesia a San Antonio de Padua.
Breves datos
biográficos
San Ireneo
nació en el año 125 en Asia Menor, probablemente en Esmirna (actual Turquía).
Recibió una
sólida formación académica y religiosa, tuvo amplios conocimientos en Sagradas
Escrituras, literatura y filosofía, estuvo en estrecho contacto con discípulos
de los Apóstoles, como San Policarpo.
Como Obispo de
Lyon destacó por combatir las diferentes herejías de la época con fuertes
argumentaciones que expuso en cinco libros donde desmontaba las diferentes
sectas al ponerlas ante la correcta doctrina emanada de las enseñanzas de los
Apóstoles y de las Sagradas Escrituras.
En concreto,
consiguió desarmar la doctrina de los gnósticos, una corriente
herética que suponía la principal amenaza para la fe y la Iglesia de la época.
Se desconoce el
año de su muerte, según la tradición, San Ireneo fue martirizado. Los restos
mortales de San Ireneo, como lo indica Gregorio de Tours, fueron
sepultados en una cripta, bajo el altar de la que entonces se llamaba Iglesia
de San Juan, pero más adelante se llamó de San Ireneo. Esta tumba o santuario
fue destruida por los calvinistas en 1562 y, al parecer, desaparecieron los
últimos vestigios de sus reliquias.
Por Mercedes de
la Torre
Fuente: ACI
Prensa