Madurando
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Tengo un serio
problema con el órgano. Estoy en esa fase en la que ya entiendo en la cabeza
cómo funcionan las cosas, pero, llega el momento de darle a las teclas… ¡¡y se
me cruzan los dedos!!
¡Confieso que
es un tanto irritante! ¡Sé lo que tengo que hacer y no soy capaz de hacerlo!
-Es que es un
proceso -comentó mi profesor- En la música hay que madurar. Y eso es cuestión
de tiempo, ¡no puedes acelerarlo!
¡¡Me encantó la
idea de “madurar”!! Como la fruta: puede que hoy la veas muy dura, y no hay
otra opción que esperarla… ¡pero es una espera llena de esperanza! ¡Sabes que
madurará!
Eso es lo que
hace el Señor con nosotros, ¡¡esperarnos!!
¿Acaso a Él no
le llamaban precisamente “Maestro”? Pues, como buen Maestro, no tiene prisa,
sabe que a veces podemos tener las cosas muy claras en la cabeza, pero llega el
momento de ponerlas en práctica… y cualquier parecido con la melodía esperada
es pura coincidencia: una mala contestación, falta de paciencia, el rato de
oración que no llega…
Esta situación
puede irritar bastante, pero, ¿sabes? ¡¡Es a nosotros a quien nos irrita, a Él
no!!
Un buen Maestro
cuenta con que no sepas tocar a Mozart en tu primera semana de clase. Y da por
sentado que, un año después, tampoco. No es eso lo que espera de ti.
Lo que espera
es que, esa nota sencilla que puedes dar hoy, la des. Y, sobre todo, que, tras
cada fallo, vuelvas a intentarlo. Porque Él no se rinde. Porque sabe que,
caminando con Él, un día… madurarás. Y, lo que ahora tienes en tu corazón o en
tu cabeza, ese día, se reflejará en tus manos, en tus palabras, ¡y hasta en tu
mirada!
Jesús sabe lo
que es esperar. ¡¡Estuvo siglos preparando al Pueblo elegido para su llegada!!
Y nació como un bebé… ¡que necesitó 30 años de maduración! Cristo entiende tus
procesos y no te mete prisa… ¡solo espera que no te rindas!
Hoy el reto del
amor es saber esperar. Te invito a que des gracias al Señor, que ha
experimentado, igual que tú, los tiempos y los procesos: ¡te entiende! Y Él
sabe esperar para que su obra vaya madurando en ti… Así pues, si hoy das la
nota que no es, pide perdón, ¡pero sigue tocando! ¡Cristo sigue confiando en
ti! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
16 Diciembre
2021
Fuente: Dominicas de Lerma