Los padres de Akash Bashir, el joven católico que murió al evitar que un terrorista suicida atacara la iglesia de San Juan durante una Misa, rezan por su próxima beatificación.
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Akash Bashir, joven pakistaní. Crédito: Agencia Salesiana de Noticias |
Una de ellas era la iglesia de San Juan, donde asistía Akash, un
joven pakistaní que se había ofrecido junto a otros hombres a resguardar el
templo de posibles ataques terroristas.
La madre de Akash relató a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) que
su familia se mudó a Youhanabad en 2008; y en noviembre de 2014 su hijo “se
unió al grupo de voluntarios que velaban por la seguridad de nuestra iglesia”.
La fundación explicó que en aquel entonces “todas las confesiones
estaban reclutando a jóvenes tras el atentado suicida de 2013 contra la iglesia
[anglicana] de Todos los Santos de la ciudad de Peshawar”.
Aquel ataque dejó 82 muertos, entre ellos 34 mujeres y siete
niños, y 145 heridos, y tras el atentado se produjeron manifestaciones para
reclamar a las autoridades pakistaníes que se haga justicia y se proteja a las
comunidades cristianas.
La madre de Akash dijo que tras el ataque suicida “solíamos ver a
los manifestantes que pedían justicia para las víctimas del atentado contra la
iglesia de Peshawar”, una situación a la que su hijo no era indiferente.
Akash “solía hablar de ello con sus amigos e insistió durante tres
meses en que quería ayudar a vigilar la iglesia. Estaba dispuesto a sacrificar
su vida si Dios le daba la oportunidad de proteger a terceros”, aseguró.
El joven católico murió durante la Cuaresma. La fundación relató
que el día del atentado de 2015, Akash iba a controlar el ingreso al templo
ubicado desde una “cierta distancia”, pero “insistió en colocarse en la puerta
de la iglesia”.
El atentado suicida que acabó con la vida de Akash ocurrió durante
una Misa. Según señala ACN, las últimas palabras de Akash dirigidas al
terrorista suicida fueron: “Moriré, pero no te dejaré entrar en la iglesia”. Es
importante señalar que el crimen sucedió mientras los policías de guardia veían
un partido de cricket de la Copa Mundial.
La madre de Akash dijo que recuerda haber escuchado a mujeres
hablar sobre amenazas de muerte contra la escuela de la Iglesia de Cristo
[anglicana], y que los estudiantes comentaban que en el buzón encontraban
cartas con amenazas.
Relató a ACN que el día de su martirio, su hijo “iba vestido todo
de blanco”. Señaló que escuchó disparos y explosiones, que las calles estaban
llenas de gente, y que tras oír la segunda explosión, corrió con su hijo menor
hacia la iglesia de San Juan.
“Busqué a Akash entre los chicos que estaban cerca de la puerta de
la iglesia, entonces lo vi tirado en la tierra. Su brazo derecho estaba casi
arrancado. No podía creer lo que veía”, dijo.
“Akash era parte de mi corazón, pero, no obstante, nuestra
felicidad es mayor que nuestra pena pues no murió de una adicción a las drogas o
por un accidente. Era un simple muchacho que murió en el camino del Señor y
salvó al sacerdote y a los feligreses. Akash ya es nuestro santo”, agregó.
En el primer aniversario del ataque terrorista, el P. Francis
Gulzar, vicario general de la Archidiócesis de Lahore, anunció el inicio del
proceso de beatificación de Akash. La madre del valiente joven dijo que el
grupo que sigue el proceso de beatificación de su hijo “se ha retrasado debido
a la pandemia” y que “un sacerdote salesiano está escribiendo un libro sobre
él”.
Por su parte, el hermano menor de Akash, llamado Arsalan, se unió
al equipo de seguridad de la iglesia para reemplazar a su hermano. La fundación
señaló que “sus padres no se lo han impedido, pues no quieren evitar que sus
hijos sirvan a la Iglesia”.
La madre de Akash dijo que “las iglesias están ahora aún más
llenas los domingos” y que el número de voluntarios del área de seguridad “ha
aumentado”. Además, aseguró que la comunidad está “más unida y los clérigos a
menudo visitan las iglesias de las demás confesiones como parte de programas
interreligiosos”.
Según ACN, las últimas palabras del valiente joven están inscritas
en las pancartas de la conmemoración anual de su muerte. Cabe destacar que la
quinta conmemoración fue cancelada debido a la pandemia del COVID-19.