El Gobierno quiere presionar a los sanitarios para que hagan abortos, pero esta práctica sigue repugnando a médicos y comadronas y los objetores de conciencia son mayoría
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Pese
a este contexto, la ministra de Igualdad, Irene Montero (de Podemos), ha
anunciado que quiere cambiar la ley del aborto que implantó el socialista
Rodríguez Zapatero eliminando algunos detalles que incluye: el requisito de 3
días de reflexión y el permiso paterno para que aborten las embarazadas de 16 y
17 años.
Hay regiones enteras de España donde
sólo se practican abortos en uno o dos centros, debido a la objeción de
conciencia generalizada, ya que la inmensa
mayoría de ginecólogos y obstetras ve con repugnancia esta práctica.
Ante
esos centros -casi siempre clínicas privadas especializadas en abortos- suele
haber grupos provida (de rescatadores o de 40 Días por la Vida) que ofrecen
alternativas, ayudas o simplemente rezan en silencio.
La
ministra Montero ha anunciado que la ley impedirá estos grupos y "regulará" la
objeción de conciencia de los sanitarios para que "no esté por
encima del derecho a decidir sobre su cuerpo" de las mujeres que piden
abortar.
Este
lunes, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) ha emitido
un nuevo comunicado al respecto de la objeción de conciencia de los sanitarios.
Los Colegios Oficiales de Médicos han declarado que la intención de dificultar la objeción de conciencia es
"inaceptable, ilegal e injusta".
El
CGCOM señala que forzar la
conciencia de los médicos para que haya más técnicos abortistas en más
poblaciones "además
de inconstitucional es una mala solución".
El
CGCOM propone, en cambio, facilitar que las mujeres de zonas sin abortorios
vayan a abortar a las grandes ciudades, con ayudas al desplazamiento. Apuntan
que ya suelen hacerlo porque además ganan así en intimidad.
El
CGCOM sugiere que si el Sistema Nacional de Salud no ofrece abortos con
suficiente disponibilidad, es
un problema de los gestores, y no de los médicos.
Ricardo
De Lorenzo, presidente del Bufete De Lorenzo Abogados, recuerda en el diario Redacción
Médica que “la
objeción de conciencia del médico es un derecho fundamental recogido en el
artículo 30 de la Constitución. Ninguna ley puede cambiar eso”. Más aún,
añade que “la objeción de conciencia del médico no depende ni del Parlamento ni
del regulador vigente”. En más de cuatro décadas de democracia, solo tres leyes
han regulado este derecho fundamental: la del servicio militar de 1984, la del
aborto (2010) y la eutanasia (2021).
Recientemente
la Asociación por el Derecho a la Objeción de Conciencia (Andoc) ha hecho un llamamiento
(aquí) a médicos, farmacéuticos y sanitarios
a asociarse y sumar fuerzas frente a los ataques y presiones contra los objetores
y este derecho en España.
Fuente: ReL