¿Cuál es tu navets?
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer, en el
trabajo, estrenamos un aparato nuevo, algo muy sencillo, pero muy curioso. Es
una pistola que sirve para etiquetar los productos que elaboramos. En la punta
tiene una fina aguja que se carga con los navets de nylon. A continuación, se
pone la etiqueta, se aprieta el botón y la aguja cruza el papel con la tela y
todo queda unido por los navets.
Los navets,
para que me entiendas, es una cuerda fuerte, de nylon transparente, que vienen,
por ejemplo, con las etiquetas de la ropa. No puedes romperla con nada, tienes
que cortarla con la tijera. Pues este plástico, que se llama navets, es lo que
hace que todo quede unido.
Me acordaba de
cuando me regalan algo nuevo y tiro de ello para quitarlo. Habitualmente, no se
suele poder… si puedes romperlo, lo único que consigues es un agujero.
Mientras
cargaba los navets, le decía al Señor lo importante que es que en nuestra vida
tengamos algo o alguien que nos una, que cruce todo nuestro ser y haga que todo
esté unido. Si nuestra cabeza va por un sitio, nuestro cuerpo por otro,
nuestros sentimientos por otro… somos trocitos sueltos sin unión.
Ahora te
pregunto: ¿qué o quién quieres que sea el que te una? Porque necesitamos
unidad. Podemos buscarlo en la familia, en el trabajo, en los amigos, en las
vacaciones… en tantas cosas que son buenas, pero que no tienen capacidad de
darnos vida y unirnos. Solo nos pueden dar una vida parcial.
La vida que lo
une todo está en Jesús, en este Dios hecho Hombre. Él es el que hace que todo
en nuestra vida se una, tenga sentido, y nada sea excluyente. Él une la
familia, los amigos, el trabajo… Jesús hace que en todo ello seas feliz, porque
tu corazón reconoce a Jesús como tu Dios verdadero.
Él no te quita
nada y te lo da todo. Te pregunto: ¿cuesta reconocer a Dios como Dios? Sí y no,
todo dependerá de quién es Dios en tu vida. De si tú te sientes como una
criatura amada por Dios. Entonces podrás reconocer a Dios en tu vida. Con Él en
tu corazón podrás vivir de una manera diferente. Todo en tu vida estará unido.
Hoy el reto del
amor es rezar el credo despacio. Quizá me digas que no te lo sabes, te le
escribo para que le tengas. Con esta oración lo que haces es poner a Dios en el
centro de tu vida. Rézalo cuantas veces lo necesites, hasta que sientas que tu
corazón encuentra la paz que tanto anhelas:
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
Fuente:
Dominicas de Lerma