El arzobispo,
muy sensible con el pueblo cubano, no ha dudado en hacerse presente, a través
de esta misa, «con todo lo que está sufriendo el pueblo cubano».
Revista Ecclesia |
El
cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, presidió este 14 de
julio una misa en la Basílica de la Virgen de los Desamparados «por Cuba y por
todos los cubanos», tras las movilizaciones y jornadas de protestas, en este
país, por la falta de libertad y el empeoramiento de la situación económica y
sanitaria.
Tal y como
informa la archidiócesis, en su homilía el arzobispo mostró la cercanía de la
Iglesia en Valencia con los cubanos, a los que alentó «sabed que estamos con
vosotros, vuestro sufrimiento lo sentimos como nuestro, aquí en España os
queremos aunque algunos no se hagan eco de lo grave que está sucediendo en
vuestro país».
Asimismo, el
cardenal pidió a Dios que «le conceda la paz a este pueblo hermano, que en
estos momentos graves está represaliado cruelmente». «Que Dios, que está con
Cuba, conceda lo que le corresponde: libertad y paz», añadió. El arzobispo, muy
sensible con el pueblo cubano, no ha dudado en hacerse presente, a través de
esta misa, «con todo lo que está sufriendo el pueblo cubano».
«El pueblo
cristiano está sufriendo mucho»
Por su parte,
el sacerdote Olbier Hernández, delegado episcopal de Migraciones, que es
natural Cuba, y titular de la parroquia San Miguel de Soternes, de Mislata,
reconoce que la situación actual de la isla caribeña se vive desde Valencia con
«mucha tristeza porque hay sacerdotes y seminaristas desaparecidos y detenidos,
el pueblo cristiano está sufriendo mucho y el gobierno no acepta la ayuda
humanitaria».
Sin embargo,
los 5.000 cubanos residentes en la Comunitat Valenciana lo están viviendo
también con esperanza porque las movilizaciones se están replicando en todas
las ciudades, «y esto no pasaba desde los años 90», precisa el sacerdote que
apunta que «la gente está muy cansada de pasar hambre», señala Hernández.
Aunque para
Olbier Hernández la situación es de «difícil solución», sí supone una
oportunidad para que Europa y la comunidad internacional sea consciente del
problema y compruebe que «el levantamiento de los últimos años no ha servido de
nada». «El apoyo internacional del Papa sí sería muy importante, porque los
cubanos están viviendo un éxodo hacia la libertad», asegura el sacerdote que
anima a rezar y pedir por la libertad del pueblo cubano en estos momentos.
Fuente: Revista
Ecclesia