No son zombis, son santos mártires llamados cefáloforos. Hay más de 50. Aquí te mostramos algunos
Aunque parecen sacados de una película de zombis,
estos santos mártires cristianos caminaron llevando su propia cabeza entre sus
manos después de que fueran decapitados.
Los cefáloforos
Se denominan cefalóforos, palabra que viene del griego (kefalos,
cabeza y foreo, portar). Después de haber buscado una lista de ellos, para mi
asombro son muchísimos. Más de 50. A continuación relacionamos algunos de ellos:
- Santos Félix, Régula y Exuperancio
Los hermanos Félix y Régula murieron mártires
junto a su sirviente Exuperancio alrededor del 302 con las persecuciones de
Diocleciano en Valais
- San Justo de Beauvés
- San Dionisio de París
- San Cutberto de Lindisfarne
- Santa Valeria de Limoges
- San Laureano de Hungría
- San Donino
- San Nicasio de Reims
- San Ginés de la Jara
- San Vitores de Cerezo
- San Jovan Vladimi
- San Afrodisio
La mayoría de los santos cefalóforos, son de la época de los
primeros cristianos, que a causa de defender la fe, muchos murieron torturados
de una manera horrible.
Los cefalóforos en lugar de caer muertos permanecieron vivos el
tiempo necesario para levantar la cabeza y caminar hasta el lugar que eligieron
para su entierro, o el lugar dónde más tarde se construyó una iglesia en su
honor.
Podríamos decir que ser decapitado era más bien un “lujo”. Estaba
reservado a personas con cierto rango, por ejemplo ciudadanos romanos,
guerreros o nobles. Esto lo podemos ver claramente con el martirio de los
santos apóstoles Pedro y Pablo.
Algunas teorías
Por mucho tiempo la teología ha estudiado estos hechos realmente
curiosos, que ha dejado perplejo a más de un estudioso.
El hecho de que un mártir después de cortarle la cabeza la fuese a
buscar, de alguna manera viene a significar su profesión de fe que tiene la
última palabra victoriosa sobre la muerte en modo violenta.
Para algunos estudiosos la representación de los santos
cefalóforos, deriva quizás de la mitología celtica. No hay que dejar de lado
algunas fuentes históricas importantes que cuentan algunos de estos hechos,
como:
Una homilía sobre los santos Juventino y Maximino.
San Juan Crisóstomo afirmó que la cabeza cortada de un mártir era
más aterradora para el diablo que cuando este podía hablar. Luego comparó a los
soldados que mostraban las heridas recibidas en la batalla con los mártires que
sostenían la cabeza cortada entre las manos y se la presentaban a Cristo.
Otra fuente la podemos encontrar en los escritos de la vida de uno
de los santos cefalóforo más conocido, San Dionisio, el primer apóstol de
París.
María Paola Daud
Fuente: Aleteia
