Con corazón de padre
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
“Con corazón de padre: así José amó a Jesús”.
Con esta frase el Papa Francisco empieza su Carta Apostólica “Patris Corde”
sobre San José.
Me llama mucho
la atención la expresión “con corazón”. No pone con razón, ni con palabras...
pone: con corazón... porque la grandeza de José radica en su corazón. Él tenía
un corazón que amaba, que cuidaba, que vivía atento a las necesidades de los que
vivían con él.
En el corazón
es donde está nuestra vida, donde se ganan las batallas y donde somos felices.
A veces la vida nos golpea y dejamos de amar, o le ponemos límite al corazón.
Así la felicidad nos queda lejos. Pensamos que sufrimos menos, y quizás es
verdad, pero la felicidad se queda muy corta. El corazón ha sido creado para
amar, para ser libre.
Nos dice el
evangelio que María guardaba todas las cosas en su corazón, todo lo que vivía
con José y con Jesús... Lo que entendía y lo que no entendía. Era su corazón el
que guarda su vida.
A Jesús en la
cruz lo último que le traspasaron fue el corazón, del cual nació la Vida. En
Sus corazones hay un gran misterio de felicidad.
Solo amando
eres feliz. José amó a Jesús con corazón, supo estar a su lado enseñándole a
rezar, a caminar, a trabajar. Este amor de corazón te lleva a dar paso a la
otra persona. José es un hombre silencioso porque su fuerza no está en la
palabra, sino en su amor. Nos habla con su vida.
Hoy el reto del
amor es amar con corazón y hacer una llamada para felicitar a un José, o una
Josefina, o a un padre o abuelo.
VIVE DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma