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Imagen referencial. Audiencia General del Papa Francisco en agosto de 2020. Foto: Vatican Media |
Se trata de la primera vez, desde
el inicio del Pontificado, que los superiores de la Curia Romana no pudieron
realizar juntos fuera de Roma los tradicionales ejercicios espirituales de
Cuaresma debido a las medidas cautelares causadas por el COVID-19.
Sin embargo, el Santo Padre
invitó a los cardenales residentes en Roma, a los jefes de los dicasterios
vaticanos y a los superiores de la Curia Romana a realizar este retiro anual de
Cuaresma “personalmente, retirándose en oración, desde la tarde del domingo 21
al viernes 26 de febrero”.
Y para ello, el Pontífice regaló
un libro escrito por un monje del siglo XVII para que pudiera ayudarles a
realizar personalmente estos días de retiro. Se trata del libro “Abbi a cuore
il Signore” (“Ten al Señor en el corazón”) escrito por un monje cisterciense
anónimo.
El volumen fue enviado junto a
una breve carta del Papa en la que invitó a cada uno a realizar los ejercicios
espirituales en donde les sea más conveniente.
“Este año no tendremos la gracia
de poder contar con un predicador de ejercicios” porque “la actual situación
impide la aglomeración de personas, por lo que no podremos ir juntos a la casa
de ejercicios”, escribió el Santo Padre.
Finalmente, el Papa dijo estar
seguro de que el libro “nos ayudará a todos en la vida espiritual”.
Desde 2014, la Curia Romana ha
realizado los ejercicios espirituales de Cuaresma fuera del Vaticano y se han
trasladado a la “Casa del Divino Maestro” que se localiza en la localidad de
Ariccia a 45 km de Roma.
La "Casa Divino
Maestro" es propiedad de la Congregación de la Sociedad de San Pablo. Es
un sitio reservado y silencioso que permite dedicarse con mayor recogimiento a
los ejercicios espirituales.
En 2020, el Santo Padre anunció
al último momento que no asistiría a los ejercicios espirituales con la Curia
Romana debido a un resfriado y realizó solo en el Vaticano esos días de retiro
de Cuaresma.
Fuente: ACI Prensa