EL SECUESTRO DE UN SACERDOTE EN NIGERIA ACABA CON ESTE APUÑALADO

La Asociación Cristiana de Nigeria ha suplicado al Gobierno «que hagan lo que sea necesario para acabar» con el secuestro y asesinato de líderes religiosos

P. John Gbakaan. Dominio público 
Una nueva muerte violenta de un sacerdote sigue confirmando a Nigeria como uno de los países más peligrosos para ejercer este ministerio. John Gbakaan, párroco de la iglesia de San Antonio de Gulu, en la diócesis de Minna en Nigeria, fue asesinado el 15 de enero en la carretera de Lambata a Lapai. 

Así lo confirmó el domingo el párroco de Santa Teresa en Madala, John Jatau. Según explicó y recoge Fides,  su muerte se produjo después de que Gbakaan y su hermano fueran secuestrados mientras regresaban de visitar a su madre en Makurdi (Benue).

El secuestro se produjo en torno a las nueve de la noche a mano de bandidos armados cerca del pueblo de Tufa. Los delincuentes llamaron al día siguiente, sábado 16, a la diócesis de Minna pidiendo un rescate de 30 millones de nairas (65.000 euros); que luego redujeron a cinco millones (10.800).

Sin embargo, casi en paralelo el cuerpo sin vida del sacerdote fue encontrado atado a un árbol cerca de la carretera. Había sido apuñalado con tanta violencia que era difícil reconocerlo. Su coche también fue encontrado en medio de la vegetación. Aún no hay noticias de su hermano, que probablemente siga en manos de los bandidos.

«Espíritu violento» contra los sacerdotes

La Asociación Cristiana de Nigeria (CAN por sus siglas en inglés) ha suplicado al Gobierno federal «y a todas las agencias de seguridad que hagan lo que sea necesario para acabar» con el secuestro y asesinato de líderes religiosos por parte de bandidos. Su vicepresidente, el pastor John Hayab, ha calificado el asesinato del sacerdote católico como «impactante y doloroso». En esa región, «muchas personas viven hoy con miedo y muchos jóvenes tienen miedo de convertirse en sacerdotes o pastores porque sus vidas corren gran peligro».

Aunque los secuestros son habituales contra todo tipo de personas, reconoce el clérigo protestante, «cuando los bandidos o secuestradores se dan cuenta de que su víctima es un sacerdote o un pastor, parece que un espíritu violento se apodera de su corazón para pedir un rescate mayor y en algunos casos llegan a matar a la víctima».

El asesinato del padre Gbakaan parece continuar en el nuevo año la tendencia con la que acabó el anterior. En 2020, de los 20 agentes de pastoral muertos de forma violenta en el mundo según la agencia Fidestres lo fueron en Nigeria. Además, según la Lista Mundial de la Persecución elaborada por Puertas Abiertas, este país fue además el escenario de la mayor parte de los más de 4.000 asesinatos de cristianos en África.

Fuente: Alfa y Omega