Cartón, trozos de madera y hojas,
flores, musgo y unas figuras de plástico muy sencillas, pero sobre todo mucha
pasión realzan la belleza de este belén
|
Nacimiento creado con materiales reciclados en el Vaticano / Crédito: ACI Stampa |
El belén de la Plaza de San
Pedro, que ha sido muy criticado, a veces hace olvidar que la pasión popular
por la representación tradicional del nacimiento de Jesús encuentra salidas
artísticas inesperadas, tal como se ve en algunas representaciones mucho más
modestas en el Vaticano.
Este año, todos los belenes se
instalaron al aire libre para no crear reuniones en el interior. Y así, frente
al Palacio de la Gobernación, por ejemplo, se puede ver un belén clásico bajo
un dosel artístico de azulejos antiguos.
Sin embargo, el belén más
evocador es el que se encuentra frente a la Iglesia de San Esteban de los
abisinios detrás de la Basílica de San Pedro. La iglesia del siglo VIII es uno
de los pocos restos de la antigua zona del Vaticano compuesta por iglesias,
hospicios y monasterios como el de San Esteban. A partir del siglo XII estuvo
vinculado a los abisinios, también llamados indios; denominaciones típicas para
indicar poblaciones que venían de lejos.
Enfrente de esa iglesia hay belén
realizado con material recuperado del reciclaje por los jardineros que cuidan
los Jardines Vaticanos.
Una hermosa escena central, y en
la base una serie de pequeñas escenas de la vida cotidiana.
Cartón, trozos de madera y hojas,
flores, musgo y unas figuras de plástico muy sencillas, pero sobre todo mucha
pasión realzan la belleza de este belén, el cual no pertenece a ninguna
exposición.
Traducido y adaptado por Diego
López Marina. Publicado originalmente en ACI
Stampa.
Fuente: ACI Prensa