El amor cuida
Ya estamos en pleno Adviento,
este tiempo tan importante, y hoy nos encontramos con María Inmaculada: la
Iglesia nos regala un día para, de una manera especial, estar con ella.
Y en mi oración llevaba unos días
dándole vueltas a esta pregunta: ¿qué es lo primero que hizo María cuando tuvo
a Jesús en brazos? Lo primero que nos cuentan los evangelistas es que le cuidó.
Le envolvió en pañales para que no tuviera frío y le recostó para que
descansase (Lc 2, 17).
El amor llevó a María a cuidar a
Jesús. Podía quizá lo primero haber rezado, o hablado, o... mil cosas, pero no;
lo primero que hizo fue cuidarle, llenarle de su amor.
Hay muchas maneras de cuidar,
desde el amor de posesión (donde el exceso de cuidado ahoga a la otra
persona), hasta el cuidar desde la “tolerancia”, donde todo vale y todo se
puede... pero la persona no se siente amada ni cuidada.
El verdadero amor es el que cuida
sabiendo respetar al que tienes contigo.
¿Y tú? ¿Cómo es tu amor en el
cuidado?
María, con su Amor, siempre cuidó
a Jesús. En muchos momentos de cerca (cuando van al Templo, cuando vive en
Nazaret...); otras veces, de lejos en lo físico, pero en su corazón, con su
oración, siempre le cuidó. Porque el amor no tiene barreras, siempre puede
estar. Pero uno de los mayores signos de que María siempre le cuidaba con amor
es cuando ve a su Hijo sufrir en la Pasión y la muerte: ella está a los pies de
la Cruz, amándole y cuidándole. En todo momento permanece a su lado, cuando
entendía y cuando no entendía; el amor no necesita entender para permanecer con
la persona que ama.
Hoy el reto del amor es pedirle a
María que te conceda ese amor atento a las necesidades de los que viven
contigo. Que puedas cuidarles desde el amor de Jesús. Y reza el tercer misterio
del rosario, de los misterios gozosos, que es “Jesús nace en Belén”. Rézalo por
la primera persona que te venga al corazón. Ella le cuidará.
VIVE DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma