"Sé
que Dios me trajo al mundo por una razón", escribió Rocco el mes pasado en
su perfil de Instagram. Y añadió: "Mi razón es inspirar a los demás"
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Rocco Pisani. Dominio público |
“No ha estado enfermo de gravedad, pero sí han
surgido algunos baches en el camino que nos aterraron”, comenta Jamie, la madre
de Rocco, a The Tablet. “Él es muy fuerte y ha sido muy valiente, lo cual
nos facilita las cosas porque nadie quiere ver sufrir a su hijo”, rubrica la
mujer.
Por estos días, Rocco está llegando al final del tratamiento de
quimioterapia intensia que comenzó en mayo y que dura de
seis a siete meses después de ser diagnosticado. Cuando terminó el primer mes
de tratamiento no se detectaron células leucémicas en su médula ósea; sin
embargo, el protocolo de su tratamiento exige someterse a tres años adicionales
de quimioterapia para pacientes ambulatorios y hospitalizados, con menos
frecuencia, buscando garantizar que el cáncer no regrese.
Jamie recuerda que el diagnóstico fue un impacto inesperado y aterrador para su
familia, sobre todo porque Rocco era un chico saludable y físicamente activo.
Era un atleta multideportivo, incluso jugaba en el equipo de béisbol de la
organización juvenil católica de St. Virgilius-St. Camillus, en Queens
(NY, USA). “Nos sentamos juntos y lloramos un buen rato, pero en realidad fue
Rocco quien me dijo: «Está bien, mami. Dios tiene un plan. Vamos a
superar esto, y voy a inspirar a los demás» (...) Fue
increíble porque solo tenía 10 años. Ni siquiera vino de mí; salió de él”,
confidencia la madre.
“Cuando te enfrentas a una situación como esta, o cualquier tipo de desafío en la
vida, realmente no te queda otra opción que ponerlo en las manos de Dios”,
agrega Jamie y añade: “Al menos así es como funciona en nuestra familia, y creo
que eso es lo que nos ha ayudado a superar esta prueba. Pensarías que
estaríamos enojados, pero creo que esto nos fortaleció. Cuando oramos,
agradecemos a Dios porque sentimos que es una oportunidad para ayudar a otras
personas”.
Cuando Rocco sea grande, quiere ser entrenador personal. Por eso, en los
últimos meses, ha sido la inspiración de otras personas, y ha estado
manteniendo a sus amigos y familiares al tanto de su proceso de remisión, a
través de su cuenta de Instagram. Desde su lanzamiento a fines de junio, la
página ha conseguido casi mil seguidores.
Rocco colgó una rutina de ejercicios
en la pared de su habitación del hospital durante su primer mes de tratamiento,
y los hacía incluso en los días en que se sentía débil hasta para moverse. Sus
entrenamientos incluían pedalear en el aire, estocadas en el lugar y flexiones
de bíceps con botellitas de agua en lugar de pesas. Ahora sigue haciendo
ejercicios en casa cada vez que puede, haciendo flexiones, sentadillas y abdominales
para mantenerse en forma.
Rocco también ha estado ayudando a niños de su edad que han sido diagnosticados
con cáncer. La semana pasada, por ejemplo, el personal de enfermería del centro
médico Cohen decoró su habitación del hospital y le regaló una tarjeta de
regalo de cumpleaños. Rocco dijo que quería dárselo a otro niño que podría
necesitarlo más que él. Anteriormente, también donó 100 pastilleros
multicolores —que tienen un logotipo #RoccoStrong y su lema “Never give up”
(Nunca te rindas)— para ayudar a los niños recién diagnosticados a llevar un
control de sus medicamentos cuando son dados de alta del hospital.
“Sé
que Dios me trajo al mundo por una razón”, escribió Rocco el mes pasado en su
perfil de Instagram. Y añadió: “Mi razón es inspirar a los demás”.
Fuente: Nuestra Voz/Portaluz