La "Negrita", como la llaman los costarricenses, fue coronada solemnemente el 25 de abril de 1926
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Dominio público |
La imagen es de piedra y pequeña; sostiene al Niño Jesús en sus
brazos y está vestida a la usanza española.
Historia de la devoción
Sobre
el origen de su veneración, la tradición cuenta que el 2 de agosto de 1635
saliendo una india anciana a recoger leña seca en el monte, vio sobre una peña
una imagen de María con el Niño Jesús en los brazos. Sorprendida ante este
hallazgo inesperado, la tomó con cuidado y la escondió en su casa.
Volvió
al día siguiente al monte, y su asombro fue grande al ver la imagen en el mismo
sitio en que la había hallado el día anterior. Pensó que se trataba de una
broma pero decidió tomarla de nuevo, la llevó a su casa y la guardó.
Al
día siguiente ocurrió lo mismo y llena de temor fue donde el sacerdote del
pueblo a contarle lo ocurrido. El sacerdote le pidió a la anciana que le
trajera la imagen. Así lo hizo, pero la imagen desapareció nuevamente de casa
del sacerdote y volvió a ser hallada en el monte.
Pronto
se difundió la noticia del maravilloso suceso y se resolvió trasladar a la
imagen a la parroquia. Muy pronto se empezó a difundir entre la población la
veneración a la santa imagen a quien se le llamaba Nuestra Señora de los
Ángeles, por haberse aparecido el día en que la Iglesia celebra a la Virgen de
este nombre.
A
los pocos días, la imagen desapareció del lugar en que la habían colocado y fue
nuevamente hallada sobre la roca de la primera aparición. Comprendieron
entonces que el deseo de la Virgen era que se erigiera un templo en aquel
sitio.
La
"Negrita", como la llaman los costarricenses, fue coronada
solemnemente el 25 de abril de 1926.
Fuente: ACI