“El
gorrión ha encontrado su casa"
Hola,
buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Íbamos
una hermana y yo paseando por la huerta, cuando, ¡de repente, un pajarito
volaba en picado por delante de nuestras narices y se metió en un agujero de la
tapia del convento!… ¡Y desapareció a nuestra vista!… Se notaba que iba a un
lugar seguro… Quizás, dentro, tendría sus crías, a las que llevaba algún
gusanito o insecto para alimentarlas, hasta que por sí mismas pudieran volar y
ser independientes…
¡Me maravilló la belleza de la naturaleza y admiré y di gracias a mi Creador, que hace cosas tan bellas y tan llenas de Vida!…
Cuando
llegué a la oración, pensando en estas imágenes tan sugestivas, me vino a la
memoria un salmo que dice: “Hasta el gorrión ha encontrado una casa, la
golondrina un nido donde colocar sus polluelos: ¡Tus altares, Rey mío y Dios
mío! Dichosos los que viven en tu casa alabándote siempre… Caminan de baluarte
en baluarte, hasta ver a Dios en Sión”. (Salmo 83).
Todos
buscamos, después de este confinamiento obligado, “una casa” en este verano, un
lugar de reposo y paz, donde podamos disfrutar del silencio de la naturaleza y
de la benignidad del clima… En definitiva, buscamos “el lugar para el encuentro
con Dios”, que nos espera. Esto es, la oración, de la que queremos gozar en
“esta casa”, donde nos vayamos acercando, por la intimidad con Jesús, a ese
“caminar de baluarte en baluarte, hasta la posesión total de Dios”… ¡Por esto,
a veces andamos inquietos y sin sosiego, pudiendo, si queremos, volar a este
“agujero de la tapia”, para esconderme en Jesús!…
Hoy
el reto del amor, es buscar “mi nido” en este verano, para hacer un rato de
oración y gozar con el Señor, a pleno pulmón…
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma