Un
paso más
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El
último día que echamos ropa a lavar, varias hermanas nos ayudaron a doblarla.
Cuando llegamos al Noviciado y metí todo en el armario, me di cuenta de que me
faltaba un jersey; ¿me lo habría dejado tendido, en el lavadero?
Al
cabo de dos días, apareció colgado de la puerta del Noviciado. Era el mismo,
pero no estaba como antes. Alguna hermana, al doblarlo, se percató de que tenía
un pequeño agujero, lo apartó sin que me enterase y ahí me lo había dejado,
perfectamente remendado.
Miraba
el agujero y veía a esa hermana que había ido más allá. No solo me ayudó a
doblar, sino que dio un paso más. Vio aquello que podía necesitar en el pequeño
agujero.
Jesús,
cuando iba con los discípulos, siempre daba un paso más: no solo acogía a los
pobres, sino que comía con ellos; no solo curaba, sino que también daba
esperanza... Nos enseñó a mirar yendo más allá, a ver a las personas amando
como Él ama: “dando un paso más”. El arma del cristiano no es la palabra, el
discurso perfecto; es el Amor gratuito.
Hoy
el reto del amor es que “des un paso más” con esa persona que tienes cerca.
Pregunta al Señor qué puede tocar su corazón, y después ten un detalle con ella:
devuélvele el libro que te prestó con un marcapáginas hecho por ti, hazle el
bizcocho con un mensaje...
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma