El misterio de la Santísima Trinidad es uno de los que más ha
desafiado a todos los grandes intelectuales y teólogos de toda la historia
La Fiesta de la Solemnidad de la Santísima
Trinidad, se celebra una semana después del Domingo de Pentecostés y es una de las
creencias, y también uno de los misterios más importantes para todos los
cristianos.
El Misterio de la Santísima Trinidad
contempla lo siguiente: Dios es tres personas pero con una sola naturaleza.
Las tres Personas de Dios son: Padre, Hijo
y Espíritu Santo, son un sólo Dios. Nuestro querido San Patricio, intentó explicar esto de
una forma más sencilla utilizando como ejemplo a un trébol, con el cual dijo:
"el Trébol tiene tres hojas distintas, sin embargo, es un sólo
trébol"
El misterio de la Santísima
Trinidad es uno de los que más ha desafiado a los grandes intelectuales y
teólogos de la historia y de los que más pone a prueba nuestra fe.
5 cosas sobre la Santísima
Trinidad.
El misterio de la Santísima Trinidad es tan
importante que la misma palabra Trinidad se escucha con frecuencia.
1. ¿Por qué es importante la
Santísima Trinidad?.
- Hay personas que se
llaman -Trini-, de Trinidad.
- Hay un país cerca de
Venezuela, que se llama Trinidad-Tobago. Son dos islas muy juntas, que
llevan esos nombres. En Caracas, Venezuela, hay una urbanización con ese
nombre también. Seguramente en otros países también.
- Simón Bolívar era muy
devoto de la Santísima Trinidad.
- San Ignacio de Loyola era también muy devoto de la Santísima Trinidad. Así aparece en los Ejercicios, en su Diario Espiritual.
La Trinidad siempre ha sido importante en
la Iglesia. Es una característica del cristianismo. Los "dioses" de
las diversas religiones han sido siempre individualistas y personalistas.
Pero Jesús nos revela, como a sus amigos,
la comunidad de las tres divinas personas. La Trinidad es el modelo de vida
para la Iglesia y la humanidad.
2. ¿Es importante la Santísima
Trinidad a nivel sacramental?
Invocamos amorosamente a la Trinidad en los
momentos más importantes: cuando recibimos un Sacramento:
- Cuando nos bautizan o
nos confirman.
- En la Misa: al
principio, al fin y durante toda ella.
- En la Confesión
- En la boda
- En la ordenación de
un diácono o sacerdote; en la consagración de un obispo.
- En la unción de los
Enfermos.
- En el bautismo.
3. ¿Es importante en la vida
cotidiana?
- Al levantarnos
hacemos la señal de la cruz, invocando la Trinidad.
- Lo mismo al
acostarnos.
- Lo hacemos al
bendecir la comida.
- Y, con especial amor,
cuando nuestras hijas e hijos nos piden la bendición, y les decimos:
"Que Dios te bendiga", y dibujamos en el aire la cruz con el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
- Cuando nos damos un susto, nos santiguamos e invocamos a la Santísima Trinidad. Pero también, cuando recibimos una muy buena noticia: en momentos de gran alegría, o de especial esfuerzo para cumplir con nuestro compromiso cristiano.
4. ¿Cómo se distinguen entre sí
las tres Divinas Personas?
San Agustín (354-430 d. C.) al principio se
sentía confundido por no entender bien el misterio de la Santísima Trinidad.
"Un día andaba paseando en la playa. Y
vio a un niño, que jugaba en la arena y que traía agua del mar a un hoyo. Y le
preguntó: "¿Qué haces?". El niño respondió: "Quiero echar el
agua del mar en este hoyo de arena". San Agustín le dijo: "Es muy
difícil que el agua del inmenso mar quepa en ese hoyo". El niño respondió:
"Más difícil es aún que tú entiendas el Misterio de la Santísima
Trinidad"... Ese niño era un ángel del Señor."
San Agustín entendió así este misterio
trinitario: en él hay tres personas y un solo Dios verdadero:
La Trinidad es un Padre, que me
crea y me regala una maravillosa naturaleza y con quien puedo yo relacionarme
como hijo.
La Trinidad es un Hijo Amado, que me
redime. Jesús es Dios en la historia, en la carne, en el servicio fiel del
Reino de Dios, en el sufrimiento. Jesús es Dios hecho imagen visible y
palpable, lloró con lágrimas como las mías, amó con un corazón como el mío, trabajó
con manos como las mías, y sufrió con un cuerpo como el mío.
Jesús es más que el retrato de Dios,
es la presencia de Dios entre los hombres.
Jesús es el centro de la vida de los cristianos, es el amor de nuestra vida;
nuestra inspiración, nuestro camino.
La Trinidad es el Espíritu
Santo, el vínculo de amor, que mantiene unidos a Padre e Hijo. El Espíritu
Santo es Dios guiándonos a la fe, limpiándonos del pecado, dándonos plenitud y
salvación.
El Espíritu Santo es el huésped
del corazón. Él nos hace sentir la presencia amorosa de Dios que nos guía alentándonos o advirtiéndonos, en la búsqueda constante y en la
realización fiel de su voluntad.
Nosotros nos hacemos hijos adoptivos del
Padre en el bautismo por la sangre de Cristo; somos hechos a su imagen y
semejanza, y entre nosotros somos hermanos.
Así está constituida la gran
Familia de Dios. Y nuestra vocación, nuestra misión, consiste en hacernos, cada
vez más, hijos de Dios y hermanos entre nosotros
5. ¿Cómo suele representarse a la
Santísima Trinidad?
El mejor cuadro es el del pintor ruso del
siglo XV, A. Rublëv, titulado "Trinidad". En él aparecen tres jóvenes
vestidos con túnicas parecidas, que conversan sentados en círculo sobre una
mesa de poca altura, donde hay una copa con vino. Representan la armonía y la
comunión entre los tres.
Les invitamos a la Misa, a la
Eucaristía, sacramento del amor. Allí conoceremos un poco más a estas tres
divinas personas, que son nuestro modelo de convivencia. Ahí nos seguiremos
disponiendo para ser más hondamente templos suyos y para vivir esa dichosa
vocación unitaria y de comunión con mayor fidelidad.
Oh
misterio bendito de la Santísima Trinidad, derramen su bendición sobre cada uno
de nosotros y que podamos seguir siempre su voluntad. Amén.
Fuente: Píldoras de Fe