En esa alianza en favor
del bien común también deberían implicarse las organizaciones empresariales y
sindicales, otras instituciones y los ciudadanos
Foto: CEE |
Los obispos siguen
insistiendo en la necesidad de un gran pacto a nivel social. Si la semana
pasada pedían a la clase política que dejaran a un lado la ideología ante la
realidad, este jueves les han pedido «un acuerdo y colaboración a favor del
bien común».
Una llamada que extienden a las organizaciones empresariales y
sindicales, a otras asociaciones e instituciones, así como a todos los
ciudadanos.
«Todos estamos llamados a
ser responsables en la convivencia para evitar en lo posible la expansión de la
enfermedad y ayudar a los pobres y a quienes más padezcan las consecuencias de
esta pandemia», se puede leer en la nota de la Conferencia Episcopal Española
(CEE) que acompaña al plan de desescalada eclesial para una vuelta progresiva a
los templos.
Una idea sobre la que
abundó el secretario general y portavoz de la CEE, Luis Argüello, en un vídeo
enviado a los medios de comunicación: «Hacemos una llamada a los partidos políticos,
empresarios, sindicatos y tantas y tantas organizaciones y ciudadanos a
aliarnos partidos políticos, empresarios y sindicatos y tantas y tantas
organizaciones y ciudadanos a hacer una verdadera alianza, un pacto para
reconstruir el tejido económico y social, y el sentido mismo de nuestra
existencia en el futuro».
En este sentido, el también
obispo auxiliar de Valladolid aseguró que la Iglesia seguirá dando lo mejor de
sí misma para atender a los más vulnerables a través de Cáritas y otras
organizaciones eclesiales.
De mismo modo, se
congratuló de que los fieles puedan volver progresivamente a la Eucaristía –
cuya celebración es importante porque es fuente de caridad, esperanza y
fraternidad, dijo– e hizo un llamamiento a la prudencia: «Si deseamos celebrar
la Eucaristía como buenos católicos. Como buenos católicos y ciudadanos
queremos evitar contagiar y ser contagiados».
El también obispo auxiliar
de Valladolid dio las gracias, al igual que la nota episcopal, a todas las
personas que han estado trabajando para paliar los efectos de la pandemia
–también a los sacerdotes, consagrados y laicos– y mostró su cercanía con los
familiares de los fallecidos y los enfermos.
F. O.
Fuente: Alfa y Omega