Tras darles su cálida bienvenida, el Santo Padre
recordó en su discurso la generosidad con la cual los Caballeros respondieron
100 años atrás a la invitación de Benedicto XV
El Papa Francisco recibió ayer al mediodía a la Orden de
los Caballeros de Colón fundada hace 100 años por el Venerable Mc Givney y
agradeció a sus miembros por su compromiso en favor de las comunidades de
Oriente Medio, víctimas de guerra, pobreza y persecución.
“Les agradezco
porque ven en los hermanos y hermanas perseguidos y desplazados de esa región a
vuestro prójimo, para el que son un signo del infinito amor de Dios”: con estas
palabras del Santo Padre Francisco subrayó uno de los aspectos
significativos de la obra de los Caballeros de Colón a
favor de Oriente Medio, recibiendo este mediodía en la Sala Clementina al
Consejo Administrativo de la Orden, llegado a Roma con ocasión del centenario
de su actividad caritativa en esta ciudad.
Caridad y
fraternidad cristiana
Tras darles su cálida bienvenida, el Santo Padre
recordó en su discurso la generosidad con la cual los Caballeros respondieron
100 años atrás a la invitación de Benedicto XV instándolos a “proporcionar
ayuda humanitaria a los jóvenes y a otras personas en Roma después de la
Primera Guerra Mundial”. De hecho, precisó Francisco, los Caballeros fundaron
“centros deportivos para la juventud que rápidamente se convirtieron en lugares
para la educación, la catequesis y la distribución de alimentos y otros bienes
esenciales tan necesarios en ese momento”. Iniciativas que demostraron, la
fidelidad a su fundador, “el Venerable Michael McGivney, quien se inspiró
en los principios de la caridad y la fraternidad cristiana para ayudar a los
más necesitados”.
El apoyo a las
comunidades cristianas de Oriente Medio
Hablando a 100 representantes de la sociedad benéfica
fraternal, el Obispo de Roma evidenció que aun hoy los Caballeros llevan adelante
su “caridad evangélica y fraternidad” y subrayó en particular “su fiel
testimonio con respecto a la sacralidad y la dignidad de la vida humana, tanto
a nivel local como nacional:
“Esta convicción también les ha llevado a apoyar,
tanto material como espiritualmente, a las comunidades cristianas de Oriente
Medio que sufren los efectos de la violencia, la guerra y la pobreza.”
Inspiración
para superar la globalización de la indiferencia
Antes de la bendición final, el Papa recordó la
“devoción incondicional al Sucesor de Pedro” de los Caballeros de Colón,
demostrada también a través del Fondo Vicarius Christi, cuyos
ingresos cada año son entregados al Pontífice para su labor
caritativa. Y finalmente, destacó su ejemplo inspirador, en un mundo actual caracterizado
por la inequidad y la cultura del descarte:
En nuestro mundo, marcado por divisiones y
desigualdades, su generoso compromiso de servir a todos los necesitados ofrece,
especialmente a los jóvenes, una importante inspiración para superar la globalización
de la indiferencia y construir juntos una sociedad más justa e inclusiva.
Ciudad del Vaticano
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