Por
Él, con Él y en Él
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hace
unos días, vi a Joane apoyada en el muro-balcón del claustro de arriba. Solo
con verla temblaba...
-Joane,
ten cuidado, ¡qué vértigo!
-Que
no... Tú no te preocupes, que no es tan bajo como para caerse -intentaba
explicarme- Además, ¿tú? ¿vértigo?
Sí,
soy una persona con muchísimo vértigo. Solo acercarme a un balcón, o a la reja
del coro alto, me tiembla todo, me da la sensación de que me caigo y no puedo
ni acercarme.
Pero
Joane me preguntaba que cómo podía tener vértigo, porque sabe bien que siempre
me han encantado las atracciones de riesgo y, sobre todo, que antes de entrar
al Monasterio, mis amigos me prepararon una peculiar despedida de soltera: ¡me
lanzaron en caída libre y paracaídas!
Pero
tengo mis razones, y es que el miedo a caerme se me quita cuando veo una
seguridad real: en caso de las atracciones, el cinturón, una máquina segura...
y en caso de la caída libre... ¡que iba colgando de un monitor! Y lo hacía todo
él, yo solo tenía que disfrutar del viaje.
Y
puedo decir que fue una experiencia increíble. Lo que más me gustó fueron los
50 segundos de caída libre. No sé expresar con palabras cómo botaba mi corazón
al confiar en extremo. Y eso que era tan solo un reflejo de lo que pocos días
después iba a comenzar a vivir.
Hace
algunos meses vimos que un obispo también saltó desde una avioneta para animar
a los jóvenes a lanzarse a la vocación.
Y
es que, en realidad, es lo mismo: puede que seas una persona con vértigo, pero,
cuando experimentas de Quién vas colgado, el miedo desaparece y te lanzas.
Hoy
paso de vivir en el Noviciado a vivir en Comunidad. Una etapa nueva comienza...
Ahora
de nuevo siento que subo en la avioneta para un nuevo lanzamiento... y sé que,
cuando se abra la puerta, puede que el vértigo aparezca, pero no me asaltará el
miedo, pues hoy siento, aún con más fuerza que aquel día, que voy colgada de
Cristo, que con Él quiero saltar. Colgada de Cristo, la vida se vuelve una
aventura que merece todo para vivirla.
Hoy
el reto del amor es saltar con Cristo. Esa decisión que llevas en el corazón,
esa persona a la que querrías pedir perdón, ese amigo que necesita tu apoyo...
No tengas miedo a “perder la vida”, con Cristo vas seguro. Solo apuesta por el
Amor, y disfruta del viaje, ¡Él se ocupa de todo!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma