La ética médica pide cuidar, no matar, y la eutanasia es matar pacientes
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En muchos países, los graduados de
medicina hacen su
juramento hipocrático con bata blanca:
Jamás daré
a nadie medicamento mortal, por mucho
que me lo soliciten
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Seis grandes asociaciones italianas que representan a los médicos
católicos, los psicólogos católicos, a asociaciones familiares y a asociaciones
provida han firmado un manifiesto conjunto para pedir mejores cuidados
paliativos, decir un
"no" rotundo a la eutanasia y oponerse "a la lógica del descarte
que amenaza a las personas menos eficientes".
Expresan además su apoyo a los profesionales sanitarios que no quieren
que se mate a los pacientes. Y piden a la Cámara (el Congreso de los Diputados
en Italia) que defienda legalmente estos valores.
Desde
el punto de vista médico, se enraízan en la tradición médica occidental y su
juramento hipocrático, que aún se jura en muchos países y dice en su versión
original: "Jamás daré a
nadie medicamento mortal, por mucho que me soliciten, ni tomaré iniciativa
alguna de este tipo; tampoco administraré abortivo a mujer alguna".
En
la víspera de un congreso que tuvo lugar en Roma el jueves 11 de julio sobre
las decisiones del final de la vida, organizado por más de treinta organismos,
seis asociaciones católicas directamente implicadas en la promoción de la vida
humana se posicionaron claramente. Scienza & Vita, Forum delle Associazioni
Familiari, Movimento per la Vita, Associazione Medici Cattolici, Forum delle
Associazioni Socio-sanitarie, Psicologi e Psichiatri Cattolici son las 6 grandes asociaciones que resumen
en 9 puntos sus posiciones sobre la eutanasia, el suicidio asistido, los
cuidados paliativos y las decisiones en el último tramo de la vida.
Lo
hacen "ante la imminente decisión" del Tribunal Constitucional
italiano sobre el tema del final de la vida, pidiendo que "el Parlamento,
consciente de las propias responsabilidades institucionales, ejerza plenamente
y a tiempo su función legislativa en materia". Lo hacen partiendo del
"convencimiento" del "profundo respeto hacia cada ser humano,
sobre todo si es débil y vulnerable" y de que "cada vida humana
individual es un bien en sí misma, más allá de las circunstancias que, de
hecho, marcan su parábola existencial" y recordando que "la peculiar
dignidad humana que distingue a cada persona individualmente, desde el primer
instante de su existencia hasta su muerte, une a toda la familia humana y nos
hace iguales en valor".
Recientemente, también la Asociación Médica Americana votó,
por un 65% de sus miembros, que "el suicidio asistido por un médico es
fundamentalmente incompatible
con el papel del médico como persona que cura, sería difícil o imposible de
controlar y plantearía serios riesgos para la sociedad".
Recordaban
que la Asociación Médica Mundial deja claro que “la eutanasia, que es el acto de terminar deliberadamente
con la vida de un paciente, incluso a petición del paciente o a
petición de parientes cercanos, no
es ética”.
Comunicado
conjunto de entidades italianas: "nuestro más firme rechazo a todo acto de
eutanasia"
1. En vista de la inminente decisión del Tribunal
Constitucional sobre el tema del fin de la vida, pedimos que el Parlamento,
consciente de las propias responsabilidades institucionales, ejerza plenamente
y a tiempo su función legislativa en materia. Por nuestra parte, deseamos
volver a afirmar brevemente nuestro convencimiento, en nombre del cual nos
sentimos impulsados a dar nuestra contribución efectiva a la sociedad actual,
para la construcción de una renovada convivencia civil marcada por el respeto a cada ser humano,
sobre todo si es débil y vulnerable.
2. Reconocemos que cada vida humana individual es un
bien en sí misma, más allá de las circunstancias que, de hecho, marcan su
parábola existencial; la peculiar dignidad humana que distingue a cada persona
individualmente, desde el primer instante de su existencia hasta su muerte, une
a toda la familia humana y nos hace iguales en valor. En consecuencia,
reconocemos que para cada ser humano subsiste el deber moral de cuidar de la vida y de la salud propia y de la de
los demás, en un clima de solidaria reciprocidad.
3. Somos
plenamente conscientes del hecho que, a veces, la enfermedad y el sufrimiento
irrumpen de manera implacable en nuestro camino, "hiriendo"
profundamente nuestra historia personal y cargando sobre nuestros hombros pesos
sumamente gravosos. Estamos convencidos de que en dichas circunstancias la persona
"vulnerable" tiene derecho a no permanecer sola con su
propia carga humana, sin que debe recibir de la comunidad (en la medida de las
responsabilidades propias de cada rol) la ayuda necesaria para curar la
enfermedad y aliviar el sufrimiento, en nombre del vinculo de solidaridad y el
carácter común inherente a nuestro "ser humanos".
4. Consideramos
que, aun disfrutando de un continuo y deseable progreso, la medicina actual
aplicada a los casos clínicos concretos muestra a veces límites insuperables en
lo que atañe a la curación; en dichos casos, con plena convicción consideramos
que es obligatorio para el
médico abstenerse de insistir en tratamientos que se demuestran clínicamente
ineficaces o desproporcionados.
5. En especial,
deseamos llamar la atención y relanzar la urgente exigencia de aumentar los
esfuerzos y recursos para que
se implementen aún más los cuidados paliativos, con el fin de
garantizar el acceso a los mismos a todas las personas que los necesiten en
todo el territorio nacional, como por otra parte ha sido ratificado por la ley
38/2010. La enfermedad, el dolor y el sufrimiento, con su cruda y gravosa
realidad, exigen una respuesta auténticamente "humana" construida
sobre el amor.
6. Con la misma
convicción, en nuestra sociedad a menudo marcada por formas de utilitarismo y
eficientismo, rechazamos
enérgicamente toda "logica del descarte", que tiende a considerar
a las personas marcadas por enfermedades u otras vulnerabilidades irresolubles
(edad avanzada, discapacidad, patologías psiquiátricas, etc...) como un
"peso inútil" para la comunidad, hasta el punto de considerar
oportuno reducir (o incluso anular) los recursos y las ayudas para ellas, prescindiendo
de sus necesidades efectivas.
7. A la luz de
todo esto, deseamos por último expresar conjuntamente nuestro más firme rechazo a todo acto de
eutanasia, en todas sus formas y modalidades, es decir, a cualquier
decisión intencionada y directa finalizada a anticipar la muerte con el fin de
interrumpir cualquier sufrimiento. De hecho, estamos convencidos de que la
enfermedad, el dolor y el sufrimiento, en su cruda y gravosa realidad, exigen
una respuesta auténticamente "humana" construida, no sólo en la ayuda
de la mejor medicina, sino también en el amor, el compartir y el servicio; nunca merecen
recibir como respuesta la
violencia apresurada y engañosa de la eutanasia, falsamente humana, que
daña la integridad de la vida y ofende la dignidad humana.
8. Miramos con
suma aprobación la reciente toma de posición pública por parte de la Federazioni degli Ordini dei
medici e degli Infermieri, que consideran que implicarse en posibles prácticas eutanásicas está
en plena contradicción con las finalidades y los valores originario del arte de
la medicina, expresados y confirmados en los actuales códigos
deontológicos. Miramos con igual favor a otras iniciativas y tomas de posición
que compartan nuestro punto de vista y valores.
9. Deseamos, por tanto, que una tal violación de la vida humana como es la eutanasia no encuentre nunca el aval y la justificación en el ordenamiento jurídico de nuestro país.
9. Deseamos, por tanto, que una tal violación de la vida humana como es la eutanasia no encuentre nunca el aval y la justificación en el ordenamiento jurídico de nuestro país.
A
este propósito, desde ahora invitamos a las personas que estén interesadas al
evento del próximo 11 de septiembre en Roma, para una jornada de reflexión y
profundización de estos temas (se proporcionará más información sobre dicho
evento a la mayor brevedad posible).
FIRMAN
(Traducción
del manifiesto desde el italiano por Elena Faccia Serrano)
Fuente: ReL