El Papa Francisco, contó que durante su infancia fue educado en un colegio
salesiano y aprendió a amar a María Auxiliadora
Los primeros
cristianos en Grecia, Egipto, Antioquía, Efeso, Alejandría y Atenas
acostumbraban llamar a la Santísima Virgen con el nombre de “Auxiliadora”, que
en griego es "Boetéia" y significa "La que trae auxilios venidos
del cielo".
El primer Padre
de la Iglesia que llamó a la Virgen María con el título de
"Auxiliadora" fue San Juan Crisóstomo en al año 345, en
Constantinopla. El santo dijo: "Tú, María, eres auxilio potentísimo de
Dios". También la reconocieron con este nombre Proclo en 476 y Sebas de
Cesarea en el 532.
En el año 1572,
el Papa San Pío V, después de la victoria del ejército cristiano sobre los
turcos (musulmanes) en la batalla de Lepanto, ordenó celebrar el 7 de octubre
la fiesta del Santo Rosario,
y que en las letanías se invocara a “María Auxilio de los cristianos”. Ese año
Nuestra Señora libró prodigiosamente a toda la cristiandad que venía a ser
destruida por un ejército mahometano de 282 barcos y 88.000 soldados.
En 1683 los
turcos atacaron Viena durante el Pontificado de Inocencio XI. Y bajo el mando
del rey de Polonia, Juan Sobieski, con un ejército inferior de fuerzas venció
al ejército turco confiando en la ayuda de María Auxiliadora. Al poco tiempo
fundaron la asociación de María Auxiliadora, la cual existe hoy en más de 60
países.
3. La fiesta
nació en tiempos de la Revolución Francesa
La historia del
establecimiento de la fiesta de María Auxiliadora se remonta a años que
sucedieron a la Revolución Francesa, la cual había propinado un duro golpe a la
Iglesia.
El Papa Pío VII
fue apresado en el Palacio de
Fontainebleau por el emperador francés Napoleón Bonaparte y dedicó
sus oraciones a María Santísima “Auxilio de los Cristianos” para que protegiese
a la Iglesia.
Los ruegos del
Papa fueron escuchados y en 1814 Napoleón firmó su abdicación. En 1815, cuando
la Iglesia había recuperado su posición y poder espiritual, el Papa instituyó
la fiesta de María Auxiliadora en el día 24 de mayo para perpetuar el recuerdo
de su regreso a Roma tras su cautiverio en Francia.
4. La fiesta de
María Auxiliadora se celebraba en Ucrania desde el siglo XI (once)
El nombre de
“Auxiliadora” le fue dado a la Virgen María en Ucrania (Rusia) desde el año
1030 por haber liberado a aquella región de la invasión de tribus paganas.
Desde entonces en Ucrania, la iglesia ortodoxa celebra la fiesta de María
Auxiliadora cada 1 de octubre.
5. María
Auxiliadora se apareció ante San Juan Bosco
San Juan Bosco
fue un gran propagador del amor a esta advocación mariana porque la misma
Virgen María se le apareció en 1860 para señalarle el lugar en Turín (Italia)
donde debía ser construido un templo en su honor; asimismo, pidió ser honrada
bajo el título de "Auxiliadora".
En 1863 San
Juan Bosco inició la construcción de la iglesia con unos cuantos centavos, pero
con la intercesión de María Santísima, el 9 de junio de 1868 -solo 5 años
después- tuvo lugar la consagración del templo.
El santo solía
decir: "Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la
Santísima Virgen", desde aquel Santuario comienza a extenderse por el
mundo la devoción a María bajo el título de Auxiliadora de los Cristianos.
6. Tres Papas
fueron devotos de María Auxiliadora
El Papa San
Juan XXIII cultivó una especial devoción a la Auxiliadora, cuya imagen tomada
de un número del Boletín Salesiano, colgaba en la pared cerca de su cama. La
proclamó Patrona del Concilio con los títulos de Auxilium Christianorum,
Auxilium Episcoporum, y el 28 de mayo de 1963, ya gravemente enfermo, bendijo
con profunda emoción las dos coronas destinadas al cuadro de la Auxiliadora en
la Basílica del Sagrado Corazón de Roma.
Por su parte, San
Juan Pablo II solía acudir
a la iglesia de San Estanislao de Kostka de los Salesianos, en Cracovia, entre
los años 1938 y 1944, y a menudo oraba en la capilla de María Auxiliadora. En
esta iglesia, el 3 de noviembre de 1946, celebró una de sus primeras misas como
sacerdote.
El Papa
Francisco, durante su visita apostólica a Turín en 2015 por los 200
años del nacimiento del fundador de los salesianos, San Juan Bosco,
contó que durante su infancia fue educado en un colegio salesiano y aprendió a
amar a María Auxiliadora:
“Yo allí [en un
colegio salesiano] aprendí a amar a la Virgen, los Salesianos me formaron en la
belleza, en el trabajo, y esto creo que es un carisma suyo, me formaron en la
afectividad y esto era una característica de Don Bosco”, aseguró.
Fuente: ACI Prensa