El
bien ha vencido
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hace
unos días te contaba lo que me ocurrió con la impresora a la hora de cursar la
garantía. Pues bien, he recibido un mensaje diciéndome que me cursaban la
devolución por una nueva. ¡No me lo podía creer! ¡El Bien había triunfado! No
me importaba tanto el que me cambiasen la impresora, sino el ver que el bien
había triunfado.
Si
te digo la verdad, no tenía mucha esperanza... hasta había pensado que el chico
al que me derivaron y que lo estaba tramitando se había olvidado de mí.
En
la oración me daba cuenta de que muchas veces queremos una sociedad distinta,
donde no sea la violencia, la prisa, el estrés, la agresividad... lo que salga a
primera vista. Y para ello Jesús nos muestra una manera nueva de vivir: nos
dice que el mal se vence a fuerza de bien.
Si
al mal le respondes con mal, lo único que hacemos es duplicar el mal. Cuando
ves a una persona enfadada, si tú te enfadas, está garantizado el inicio de una
discusión, y comienza así un círculo de agresividad que luego es difícil de
romper, porque entran nuestras razones por medio.
Pero,
si ante una mala contestación respondemos con bien, con amor, sonriendo,
acogiendo... el aguijón de muerte que lleva el mal queda desactivado.
Igual
que el mal es expansivo, el bien también lo es. Jesús nos dice que, al que te
pide el manto, le des también la túnica; al que te pide andar una milla, andes
dos... Jesús te muestra que solo un corazón generoso es capaz de vencer el mal
con el bien.
Hoy
el reto del amor es pedirle a Jesús que te enseñe a vencer el mal a fuerza de
bien. Y en esta mañana, di a cinco personas buenos días con una gran sonrisa.
Observa su reacción: verás cómo el bien saca lo mejor de las personas.
VIVE
DE CRISTO
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Fuente:
Dominicas de Lerma
