COLABORACIÓN DE JUAN CARLOS CARVAJAL PARA ESTE DOMINGO

3 Dom. Adviento (Ciclo C)

MONICIÓN DE ENTRADA

Buenos días, sed bienvenidos a la celebración del tercer domingo de Adviento.

Avanzando en este tiempo de gracia, hoy celebramos el domingo de la alegría. Con su celebración, parece como si la Liturgia de la Iglesia nos quisiera dar un espaldarazo para crear en nosotros las disposiciones necesarias para acoger la venida del Señor. 

Pongámonos en su presencia y llenos de gozo encendamos la tercera vela de la Corona de Adviento.

MONICIÓN A LAS LECTURAS

El Señor está cerca, no tardará en venir. Las lecturas de hoy nos lo anuncian y nos invitan a esperarle con alegría.

Sin embargo nuestra espera no debe ser pasiva. La Palabra de Dios nos pide que nuestra vida cotidiana cambie y cree las condiciones para que el Señor pueda venir a nuestra vida y, a través nuestro, a nuestro mundo.

Escuchemos con atención las lecturas que hoy se nos proclaman, ellas nos interpelan a cada uno de nosotros, personalmente.

ORACIÓN DE LOS FIELES

A cada petición respondemos: ¡Maranatha, Ven Señor Jesús!

- Pidamos por la Iglesia, Pueblo de Dios, para que nos preparemos a recibir a Jesucristo, fuente de toda alegría. OREMOS.

- Por los que tienen influencia, social, política y económica en nuestro mundo, para que lejos de buscar su provecho la pongan al servicio de la sociedad. OREMOS.

- Por los que son perseguidos a causa de la fe, para que la venida de Cristo les llene de esperanza, les dé fortaleza y valentía. OREMOS.

- Por los que en estos día añoran a sus seres queridos, para que tengan la esperanza de que viven con el Señor en la gloria de su Reino. OREMOS.

- Por los enfermos, por los que trabajan en precario, por los sin techo, por los que están solos, para que la solidaridad de los cristianos les prepare para reconocer a Jesús como su salvador. OREMOS.

- Por los que participamos de esta Eucaristía, para que alegres por la venida del Señor promovamos en nuestro entorno una espera activa. OREMOS.


ORACIÓN FINAL


Gracias, Padre de bondad,
porque en la celebración de esta Eucaristía
tu Iglesia nos ha anunciado
la pronta venida de tu Hijo.
Señor, este anuncio nos ha llenado de gozo
y nos ha alentado una esperanza activa.

Padre de misericordia,
¡Cómo necesitamos escuchar este anuncio!
¡Cómo deseamos que nuestro corazón se inflame
con la esperanza de ver tu promesa cumplida!
Tantas son las malas noticias que nos golpean,
tantos los miedos que nos paralizan
y tantas las deserciones que nos desesperan,
que sólo el anuncio de que Jesús viene a nosotros
es capaz de abrirnos a la confianza
y entregarnos a la alegría.

Padre de Jesús y Padre nuestro,
te pedimos que no nos acostumbremos
a escuchar la buena noticia de la venida de tu Hijo.
También te pedimos que la gracia de tu Espíritu
nos prepare a estar a la espera gozosa
de que tu amor cumpla esa promesa.
Amén.