El
Papa en su discurso dirigidos a los participantes de la Conferencia hizo un
firme llamamiento a quienes tienen responsabilidades institucionales
El
lunes 10 de diciembre, día que el mundo celebró el 70 aniversario de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos y el 25 aniversario de la
Declaración y del Programa de Acción de Viena para la tutela de los DDHH, la
Pontificia Universidad Gregoriana, organizó una conferencia Internacional con
el tema: “Los derechos Humanos en el mundo contemporáneo: logros, omisiones,
negaciones”. Un evento promovido por la universidad y el Dicasterio del
Servicio del Desarrollo Humano Integral
Entre
los que intervinieron cabe destacar al prefecto del Dicasterio para el Servicio
del Desarrollo Humano Integral, cardenal Peter Turkson, y el padre Nuno
da Silva Gonçalves, rector de la universidad. Entre los participantes en
la conferencia, estaba el cardenal Gregorio Rosa Chávez, auxiliar de la
diócesis de San Salvador.
Por
dos días se habló de las bases de los derechos humanos, desde el punto de vista
teológico y del derecho internacional, la acción diplomática de la Santa Sede,
de las Naciones Unidas y de las agencias internacionales en el campo de los
derechos humanos, la aplicación de los mismos en varios contextos, en
particular en las áreas de guerra como Siria, o las afectadas por el
terrorismo.
La humanidad pisoteada y
descartada
El
Papa en su discurso dirigidos a los participantes de la Conferencia hizo un
firme llamamiento a quienes tienen responsabilidades institucionales,
pidiéndoles que sitúen los derechos humanos en el centro de todas las
políticas, incluidas las políticas de cooperación para el desarrollo, incluso
cuando eso signifique ir contra corriente”.
En
su Mensaje, el Santo Padre señala quienes son los miembros más vulnerables de
la comunidad, a quienes se repudiada, despreciada o pisoteada su dignidad y sus
derechos. “Pienso, en los no nacidos a los que se niega el derecho a venir al
mundo – afirma el Papa – en los que no tienen acceso a los medios necesarios
para una vida digna; en los que están excluidos de una educación adecuada; en
los que están injustamente privados de su trabajo u obligados a trabajar como
esclavos; en los que están detenidos en condiciones inhumanas, sufren torturas
o se les niega la oportunidad de redimirse; en las víctimas de desapariciones
forzadas y en sus familias”.
Ante
estos graves fenómenos, el Santo Padre indica que todos estamos llamados en
causa, a dirigir nuestra mirada hacia los más pequeños de nuestros hermanos y
hermanas y a comprometernos concretamente a aliviar su sufrimiento. De hecho,
afirma el Papa, cuando se violan los derechos fundamentales, o cuando se da
prioridad a unos derechos sobre otros, o cuando sólo se conceden a determinados
grupos, se producen graves injusticias, que a su vez alimentan los conflictos
con graves consecuencias tanto dentro de las naciones como entre ellas.
Las violaciones de los
DDHH en América Latina
El
Cardenal Rosa Chávez nos habló de tres realidades de nuestro continente, donde
sus derechos humanos son violados continuamente. La situación de Venezuela,
la de Nicaragua y la de los migrantes en Tijuana, que en Caravana tratan de
llegar a los EEUU o Canadá buscando un futuro mejor. Porque en sus países ya no
lo tienen.
El
gobierno de Nicaragua canceló la personalidad jurídica al Centro Nicaragüense
de Derechos Humanos (Cenidh). El Cenidh, pidió auxilio ante un eventual
desalojo de sus oficinas en Managua. Su presidenta, Vilma Núñez, dijo que ese
organismo, fundado en 1990, se encuentra "en una situación de peligro y en
una situación grave en este momento". Amnistía Internacional (AI)
advirtió al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que no podrá evadir la
justicia como consecuencia de la crisis sociopolítica que vive el país. La
advertencia la hizo la directora para las Américas de AI, Erika Guevara Rosas.
A su juicio, "atacar al Cenidh, cancelándole su personalidad jurídica, es
otra maniobra del presidente Daniel Ortega para reprimir y tratar de encubrir
las graves violaciones de derechos humanos que su gobierno ha cometido" en
el marco de la crisis.
Ayer
el Parlamento de Nicaragua canceló de "carácter urgente" la
personalidad jurídica a otros cinco organismos no gubernamentales, para sumar
nueve en las últimas dos semanas.
Esos
organismos son el Centro de Investigación de la Comunicación (Cinco), fundado y
dirigido por el periodista Carlos Fernando Chamorro, hijo de la expresidenta
Violeta Barrios. La Fundación Popol Na que es presidida por Mónica
Baltodano, una exguerrillera sandinista que luchó contra la dictadura de los
Somoza, formó parte del primer Gobierno sandinista, luego diputada cuando el
FSLN era oposición, y acompañó al presidente Ortega cuando fue acusado por
violación por su hijastra Zoilamérica Narvaez. Además, el Instituto para el
Desarrollo de la Democracia (Ipade), cuyo presidente es Jaime Wheelock, uno de
los antiguos nueve "comandantes" de la revolución sandinista.
También
la ambientalista Fundación del Río, misma que alertó a la sociedad nicaragüense
de las dimensiones reales del incendio de la reserva Indio Maíz en abril pasado,
que calcinó unas 5.945 hectáreas de bosque virgen, previo a la crisis
sociopolítica en la que está sumergida el país.
Asimismo,
la ONG Instituto de Liderazgo de las Segovias, que defiende los derechos de las
mujeres y promueve el desarrollo en el norte de Nicaragua. Según el Ministerio
de Gobernación, esos organismos incumplieron "gravemente sus obligaciones
legales" y sus estatutos al haber "desnaturalizado su personalidad
jurídica", "alterar el orden público", "realizar acciones
para desestabilizar el país" y "afectar la seguridad ciudadana".
Patricia
Ynestroza-Ciudad del Vaticano
Vatican
News