«El hombre libre no tiene
miedo del tiempo, deja actuar a Dios, deja espacio para que Dios actúe en el
tiempo
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El Papa Francisco celebra la Misa en la Casa de Santa Marta (Vatican Media) |
Los
cristianos son libres aunque estén encarcelados por Jesucristo. El Papa
Francisco invitó a reflexionar sobre la verdadera libertad, que se contrapone a
la del mundo, que está un poco «esquizofrénico»
El
Papa Francisco en su homilía, en la Misa matutina en la Casa de Santa Marta,
presentó tres ejemplos de libertad: el fariseo Gamaliel, los apóstoles Pedro y
Juan, y el mismo Jesús. Y alentó a preguntarnos si somos libres o esclavos de
ambiciones, riquezas, modas…
Cristo dona la verdadera
libertad
Reflexionando
con la liturgia, sobre la primera lectura, tomada de los Hechos de los
apóstoles (5, 34-42), y con el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san
Juan sobre la multiplicación de panes y peces (6, 1-15), el Papa reiteró que la
libertad de la que hablamos en este tiempo pascual es la libertad de los hijos
que nos ha donado Jesús con «su obra redentora».
La verdadera libertad es
dar espacio a Dios en la vida y seguirlo con alegría también en el sufrimiento
Y
recordó a la primera persona libre sobre la cual reflexiona la liturgia en este
día es Gamaliel, el fariseo que convence al sinedrio para que sean liberados
Pedro y Juan, que habían sido encarcelados por haber curado a un paralítico.
«Gamaliel es un hombre libre, piensa lucidamente, los hace razonar, los
convence, el tiempo hará su trabajo»:
«El
hombre libre no tiene miedo del tiempo, deja actuar a Dios, deja espacio para
que Dios actúe en el tiempo.
El
hombre libre es paciente. Y ése era un judío. No era un cristiano, No había
reconocido a Jesús Salvador. Pero era un hombre libre. Formula su pensamiento,
lo ofrece a los demás y es aceptado. La libertad no es impaciente».
Señalando
que también Pilatos pensaba bien, con la mente fría y se dio cuenta de que
Jesús era inocente, «pero no logró resolver el problema, porque no era libre,
estaba apegado a la promoción», «le faltaba el coraje de la libertad porque era
esclavo del arribismo, de la ambición, del éxito», el Santo Padre recordó el
segundo ejemplo de libertad que nos dan Pedro y Juan, que habían curado al
paralítico y se encuentran ante el sinedrio…son liberados y castigados
injustamente… pero se van alegres por haber sido ultrajados por el nombre de
Jesús»:
«Ésta
es la libertad de un enamorado de Jesucristo, sellada por el Espíritu Santo con
la fe en Jesucristo. Tú has hecho eso por mí, yo hago esto por ti, También hoy
hay tantos en la cárcel, cristianos torturados que llevan adelante esta
libertad de confesar a Jesucristo»
Jesús es
libre y se aleja del triunfalismo
El
Papa invitó a reflexionar sobre nuestra libertad y recordó el tercer ejemplo,
el de Jesús, «que hace el milagro de la multiplicación de los panes y que
sabiendo que la gente entusiasmada lo busca para proclamarlo rey, se retira a
la montaña: se aleja del triunfalismo. No se deja engañar por el triunfalismo:
era libre»:
«Pensemos
en este en día en mi libertad, en nuestra libertad. Tres ejemplos: Gamaliel,
Pedro y Juan - y el mismo Jesús - ¿mi libertad es cristiana? ¿soy libre?
¿O soy esclavo de mis pasiones, de mis ambiciones, de tantas cosas… de las
riquezas, de la moda? Pensemos en nuestra libertad en este mundo que es un poco
esquizoide, esquizofrénico ¿no?... Grita: libertad, libertad, libertad… y es
más esclavo, esclavo, esclavo.
Pensemos
en esa libertad que Dios nos dona en Jesús».
Vaticano
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