Al recibir cordialmente a los participantes en la Conferencia internacional de Roma, sobre este tema, el Papa comenzó su discurso haciendo hincapié en la palabra responsabilidad
Responsabilidad,
no a la indiferencia, hacer memoria, urgencia de educar a los jóvenes. El Papa
Francisco destacó la importancia de «reflexionar juntos, sobre la
responsabilidad de Estados, instituciones e individuos en la lucha contra el
antisemitismo y los crímenes ligados al odio antisemita»
Responsabilidad y lucha
contra virus de la indiferencia
Al
recibir cordialmente a los participantes en la Conferencia internacional de
Roma, sobre este tema, el Papa comenzó su discurso haciendo hincapié en la
palabra responsabilidad:
«Quisiera
subrayar una palabra: responsabilidad. Ser responsables significa ser capaces
de responder. No es sólo cuestión de analizar las causas de la violencia y de
rechazar sus lógicas perversas, sino de estar listos y ser activos para
responder a las mismas.
Por
lo tanto, el enemigo contra el cual hay que luchar no es solamente el odio, en
todas sus formas sino, aún más en su raíz, la indiferencia; porque es la
indiferencia la que paraliza e impide hacer lo que es justo, también cuando se
sabe que es justo.
No
me canso de repetir que la indiferencia es un virus que contagia peligrosamente
nuestros tiempos, tiempos en los cuales estamos cada vez más conectados con los
otros, pero cada vez menos atentos a los otros.
Y,
sin embargo, el contexto globalizado nos debería ayudar a comprender que nadie
de nosotros es una isla, que nadie tendrá un futuro de paz sin un porvenir
digno para todos».
El
Santo Padre recordó su visita a los campos de concentración y exterminio,
poniendo en guardia, una vez más, contra la asechanza de la indiferencia y
evocando la respuesta de Caín a Dios, después de matar a su hermano:
«No
le importa su hermano: he aquí la raíz perversa, raíz de muerte que produce
desesperación y silencio. Recuerdo este silencio ensordecedor, que percibí en mi
visita a Auschwitz – Birkenau: un silencio inquietante, que deja espacio sólo a
las lágrimas, a la oración y a pedir perdón»
Hacer memoria y recuperar
nuestra humanidad
Para
la vacuna ante el virus de la indiferencia nos ayuda el libro del Deuteronomio,
dijo también el Papa, evocando las palabras de Moisés «Te acordarás del todo el
camino…» (8,2)
«Se
acaba de celebrar el Día de la Memoria. Para recuperar nuestra humanidad, para
recuperar una comprensión humana de la realidad y superar tantas deplorables
formas de apatía hacia el prójimo, necesitamos esta memoria, esta capacidad de
implicarnos juntos en el recordar. La memoria es la clave de acceso al futuro,
y es nuestra responsabilidad entregarla dignamente a las jóvenes generaciones».
Juntos en el camino del
recuerdo deplorando el antisemitismo
En
lo que respecta a la importancia de recordar, el Papa Francisco destacó
asimismo el Documento de la Comisión para las Relaciones religiosas con el
Judaísmo, de 1998, “Nosotros recordamos: una Reflexión sobre la Shoah”,
evocando lo que escribió San Juan Pablo II, presentando su publicación.
«Para
construir nuestra historia, que será juntos o no será, tenemos necesidad de una
memoria común, viva y confiada que no permanezca aprisionada en el
resentimiento, sino que aun atravesada por la noche de dolor, se abra a la
esperanza de un nuevo amanecer», señaló luego el Papa reiterando el anhelo de
la Iglesia:
«La
Iglesia desea tender su mano. Desea recordar y caminar juntos. En este camino,
“consciente del patrimonio común con los judíos, e impulsada no por razones
políticas, sino por la religiosa caridad evangélica, deplora los odios,
persecuciones y manifestaciones de antisemitismo de cualquier tiempo y persona
contra los judíos” (Concilio Ecuménico Vaticano II – Declaración Nostra Aetate,
4)».
Un futuro verdaderamente
humano: alianza contra la indiferencia y urgencia de educar a los jóvenes
«Queridos
amigos, ayudémonos mutuamente a hacer fermentar una cultura de la
responsabilidad, de la memoria y de la proximidad, y a establecer una alianza
contra la indiferencia, contra toda indiferencia.
Serán
ciertamente una ayuda las potencialidades de la información, pero aún más
importante será la formación.
Es
urgente educar a las jóvenes generaciones a implicarse activamente en la lucha
contra los odios y las discriminaciones, pero también en superar las
contraposiciones del pasado y a non cansarse nunca de buscar al otro.
En
efecto, para preparar un futuro verdaderamente humano no basta rechazar el mal,
sino que hay que construir juntos el bien,
Les
agradezco por su compromiso en todo esto.
Cecilia
de Malak – Ciudad del Vaticano
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