El Papa crea la tercera sección de
la Secretaría de Estado: se ocupa de los nuncios
La
nueva sección, que habría comenzado a funcionar el 9 de noviembre, tiene como
tarea supervisar al personal diplomático de la Santa Sede alrededor del mundo.
El
Arzobispo Jan Romeo Pawlowski ha sido nombrado para encabezar la tercera
sección.
Mons.
Pawlowski ha sido nuncio en Gabón, y en 2015 fue nombrado jefe de la Oficina
para Representaciones Pontificias, una suerte de “oficina de recursos humanos”
dentro de la Secretaría de Estado.
Esa
oficina ha sido ahora convertida en un departamento independiente, junto a las
dos secciones que ya constituían la Secretaría de Estado del Vaticano.
El
origen de la Secretaría de Estado se remonta a fines del siglo XV. En junio de
1988, San Juan Pablo II,
con la Constitución Apostólica Pastor Bonus, establece las dos secciones
que existían en el organismo vaticano hasta la nueva disposición del Papa
Francisco.
La
primera sección de la Secretaría de Estado supervisa los asuntos generales de
la Curia Romana, y está encabezada por el “sustituto” de la Secretaría,
actualmente el Arzobispo Giovanni Angelo Becciu.
La
segunda sección, la “Sección para las Relaciones con los Estados”, tiene
confiada la actividad diplomática de la Santa Sede. A la cabeza de la oficina
está el Secretario para las Relaciones con los Estados, a menudo presentado
como el “ministro de relaciones exteriores” del Vaticano. El Arzobispo Paul
Richard Gallagher, de Reino Unido, ocupa ese puesto.
El Papa
estableció la tercera sección a través de una carta enviada en octubre al
Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del vaticano, y entregada a las
Nunciaturas Apostólicas, las embajadas de la Santa Sede alrededor del mundo.
En su
carta, el Papa expresó que tenía un “gran aprecio por aquellos que ayudan al
ministerio de Roma”, tanto por “aquellos que trabajan en la Santa Sede, y en la
Ciudad Estado del Vaticano, y en la Sede Apostólica” y sus instituciones
vinculadas.
El Papa
recordó su mensaje a la Curia Romana para el saludo de Navidad de 2013, y dijo
que “desde el comienzo” propuso el criterio de “profesionalismo, servicio y
santidad de vida” para ser un
buen funcionario del Vaticano.
El Papa
Francisco también subrayó que expresó un “aprecio vívido” por el trabajo de
“representantes pontificios”, un “trabajo importante, que experimenta
dificultades peculiares”.
El
Santo Padre explicó que su decisión estuvo motivada por la necesidad de proveer
“un acompañamiento más humano, más sacerdotal, espiritual y profesional” para
aquellos que están “al servicio diplomático de la Santa Sede”, ya sea que son
la cabeza de la misión o incluso estudiantes de la Academia Eclesiástica, donde
los jóvenes sacerdotes son entrenados para el servicio diplomático.
La
carta dice que “la Oficina del Delegado para la Representación Pontificia se
fortalece en una tercera sección, con el nombre de Sección para el Personal
Diplomático de la Santa Sede”. La oficina “dependerá de la Secretaría de
Estado”, recibirá “un apropiado número de funcionarios” y demostrará “la
atención del Papa al personal diplomático”.
La
carta del Papa también dice que el delegado “será capaz de visitar regularmente
a los representantes pontificios” y supervisará la “selección permanente” de
personal, así como la “promoción profesional” para personal diplomático”.
De
acuerdo a una fuente dentro de la Secretaría de Estado, esta reforma es solo un
paso adelante en la reorganización general del organismo del Vaticano.
El
Consejo de Cardenales ha
dialogado varias veces sobre la importancia de clarificar y apoyar el papel de
los nuncios y del personal diplomático.
Publicado
originalmente en CNA.
Por Andrea
Gagliarducci
Fuente:
ACI