Sostienen que
la cultura secular solo ofrece distracciones materiales vacías y piden al
gobierno que sea menos hostil con la religión
Un
informe realizado por los expertos Paul Vitz y Bruce Buff titulado “Los
adolescentes en crisis: ¿Por qué necesitamos recuperar la religión?”, afirma
que sin la creencia en la transcendencia, muchos jóvenes quedan
enganchados al sexo, drogas y redes sociales.
La
información ofrecida por Vitz (un investigador de la Universidad Divine Mercy y
profesor emérito de psicología en la Universidad de Nueva York) y Buff
(consultor y autor del thriller científico-espiritual The soul of the
Matter) sostiene que en Estados Unidos aumentan los casos de jóvenes
que sufren depresión, ansiedad o problemas de salud, según recoge National
Review.
El
artículo señala otro de los problemas de salud mental en la juventud: en
Estados Unidos, los suicidios de pre-adultos han aumentado de tres a
cinco desde la década de 1950 y siguen aumentando. Además, el 10% de los
jóvenes está tomando antidepresivos.
Vitz
y Buff se hacen eco de la hipótesis que la periodista Susana Schrobsdorff
apunta en la revista Time: “Los adolescentes actuales tiene la reputación de
ser más frágiles, menos fuertes emocionalmente y están más angustiados que sus
padres. Este deterioro mental choca con la mejora económica desde hace 50 años,
y el avance de la psiquiatría, entonces, ¿qué hay detrás de esta preocupante
tendencia?”.
Schrobsdorff
sugiere que una cultura plagada de redes y medios sociales, smart
phones y la presión en la escuela es una de las causa.
Sin
embargo, Vitz y Buff consideran que estos factores son recientes y no surgieron
hasta después de observar el aumento de los problemas de salud mental de los
adolescentes.
Declive de la fe
religiosa
Estos
investigadores consideran otro factor: el declive en nuestra sociedad de
la fe religiosa como la causa de estas patologías mentales en los jóvenes. El
descenso de la práctica religiosa comenzó en los años 60 y se ha acelerado en
los últimos 15 años y en especial, entre los jóvenes.
Una
reciente encuesta concluye que más de un tercio de los jóvenes encuestados se
describían a sí mismos como “no creyentes en nada en particular”. “La omisión
de Schrobsdorff de la declinación religiosa es una indicación de lo grande que
ha sido la decadencia religiosa de nuestra cultura secular. Los medios,
simplemente no caen en el factor religioso”, apuntan Vitz y Buff en su
artículo.
Los
expertos consideran que en América, la dimensión trascendente de la vida se ha
expresado históricamente, principalmente a través de la tradición
judeo-cristiana, cuyo declive en los últimos años ha creado un enorme vacío.
Este
vacío ha sido “llenado” por el nihilismo posmoderno,combinado con la
“deconstrucción” - agresivamente enseñada en escuelas y universidades - de la
creencia en la verdad objetiva, la bondad y la belleza. El relativismo moral
ahora eclipsa el significado trascendente.
Beneficios de la
religión
Los
expertos consideran que el entumecimiento emocional es una de las
consecuencias. Ya no se valoran por su valor y dignidad inherentes como seres
creados por Dios; ya no encuentran autoestima en sus esfuerzos por llevar una
vida basada en la verdad y el amor. “En cambio, muchos de nuestros jóvenes
buscan un sentido a la vida, porque muchos encuentran superficiales, transitorios
y vacíos los bienes materiales”, dicen.
“Además,
- continúan los expertos en el artículo- la decadencia de la religión ha dado
lugar a que las relaciones sexuales se banalicen, y se priven de cualquier
significado mayor. La cultura hook-up deja a muchos jóvenes heridos.
Mientras que la cultura secular se ha dedicado a deshacer sus creencias
religiosas, la evidencia de los efectos positivos de la vida
religiosa ha sido repetidamente evidenciada por muchos estudios en las
últimas décadas”.
Vitz
y Buff afirman que muchos de estos estudios demuestran que las personas
fuertemente religiosas son más felices, más sanas y viven más tiempo que
aquellas sin creencias y prácticas religiosas. Tener fe en Dios y atribuir un
significado religioso a la vida ancla a la gente, dirige sus esfuerzos hacia
cosas más allá del mundo material, los protege de los contratiempos y
proporciona comunidad de apoyo.
Gobiernos menos hostiles
“¿Qué
se podría hacer?”, se preguntan Vitz y Buff. “Para comenzar, el gobierno
debería ser menos hostil con la religión. Numerosos jóvenes viven ahora en un
mundo sin verdadero sentido: sienten que no hay nada en lo que creer”, señalan.
También,
animan a que padres y madres alienten la vida religiosa en la familia e inviten
a sus hijos a unirse a grupos religiosos. Asimismo, los colegios religiosos
pueden enfatizar regularmente la importancia de Dios y los empresarios y otros
profesionales pueden hablar sobre su fe en los lugares públicos.
“Consideramos
que estamos ahora en el umbral de otra renovación. Rezamos por ello, ya
que nuestra cultura secular no ofrece razones creíbles para creer en
un significado superior. Ofrece solamente distracciones materialistas
vacías en una marcha lenta al suicidio social. La situación de nuestros
jóvenes parece una llamada de atención que ya no podemos ignorar”, concluyen
Vitz y Buff.
Una
lectora de Religión Confidencial, Eva M. Catalá, se ha hecho eco de este
artículo.
Fuente: ReligionConfidencial
