Código de circulación
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer
me vienen las novicias y me dicen que han tenido una idea que les gustaría
compartirme para poder llevarla a la práctica.
Sólo
verles la cara de entusiasmo ya animaba, así que nos sentamos tranquilamente a
compartir.
Me
dijeron que se les había ocurrido hacer un "código de circulación";
sí, usar las señales de tráfico (algo que la gente ve todos los días) y poner a
Cristo en medio.
Por
ejemplo:
¿La señal de STOP? "Si no puedes más... STOP y ora".
O
la de no adelantar... "Cristo es el camino: no le adelantes".
O
la señal de ceda el paso... "Cede el paso a los hermanos".
Y
a la de "Cuidado, zona de obras", le han añadido la invitación
"Vive desde la gracia"...
(Mira
la foto que adjuntamos, y podrás ver el resultado final de este peculiar
"código de circulación").
Yo
les pregunté que dónde pondrían luego esos diseños, a lo que ellas,
rápidamente, me contestaron:
- ¡¡En un abrelatas con imán para la nevera!!
¡Lo
tenían todo pensado...! La verdad es que me pareció una idea genial, así que
les dije que adelante, y empezaron a diseñar y hacer los primeros imanes.
Al
verlas trabajar me daba cuenta de cómo les quema el amor del Señor, cómo quieren
que todos los hombres conozcan el amor de Cristo. Igual que un día nosotras nos
encontramos con Él y su amor fue el que nos cambió la vida, de la misma manera,
queremos que tú te encuentres con el Señor.
Y,
al vivir de Cristo en el amor un día tras otro, lo que aprendes es un nuevo
código de circulación. Jesús te enseña a ceder el paso, a cuidar el amor, a
orar, a no atropellar a nadie...
Cuanto
más dejas entrar a Cristo en tu vida, más te transforma, y así, Él, poco a
poco, te va regalando sus sentimientos. Vas experimentando que, a más confianza
en Cristo, menos miedos en tu vida. Su amor es el que va dando sentido a todo,
y descubres una felicidad que nunca imaginaste.
Hoy
el reto del amor es cumplir una de las cuatro señales de tráfico. Y siempre...
apuesta por el amor.
VIVE
DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma