Los obispos argentinos
alzaron su voz ante las murmuraciones instaladas en la opinión pública
Varios
obispos argentinos están alzando la voz en defensa del papa Francisco ante la
continua aparición de absurdas acusaciones, o como las definió el obispo de
Lomas de Zamora, “murmuraciones”.
Una
de las más falaces circuló recientemente por Whatsapp y motivó que muchos
periodistas consulten a periodistas especializados en la Iglesia o equipos de
comunicación de las diócesis. ¿El Papa confió la auditoría de la colecta del
Papa, el óbolo de San Pedro, a la esposa de Guillermo Moreno, político
argentino exsecretario de Comercio argentino y conocido por su en ocasiones
violenta vehemencia en las negociaciones cuando estaba en su cargo, o por su
defensa también siempre vehemente de la expresidenta Cristina Kirchner?
Se
sabe que Francisco conoce a la esposa de Moreno Marta Cascales desde hace años,
mucho antes de que Jorge Bergoglio sea Francisco. De profesión contadora,
Cascales colaboraba con la vida parroquial y diocesana y de tiempos de Buenos
Aires conocía a Bergoglio. A finales de 2013, Moreno se trasladó a Roma y
cumplía funciones de agregado comercial en la Embajada en Italia. Y en algunas
ocasiones trascendieron fotos de encuentro entre ellos.
Pero
Francisco no pidió que Cascales sea auditora del Óbolo de San Pedro ni de las
donaciones que recibe la Santa Sede. El rumor ya había circulado hace algunos
años. Y Aleteia pudo confirmar, de fuentes inobjetables, que esto no es así.
Cascales sí había sido involucrada para colaborar en la Fundación Schollas
Ocurrentes. Pero nunca fue convocada a una función tal de auditoría de las
donaciones recibidas por la Santa Sede.
La
Fiesta de San Pedro y San Pablo fue oportuna para que obispos argentinos alcen
la voz ante las murmuraciones presentes en la opinión pública argentina, sobre
todo en torno a las relaciones “políticas” del Papa. El obispo de Lomas de
Zamora, Jorge Lugones, advirtió: “Le cuestionan a Francisco que reciba a los
pecadores o algún corrupto; la discusión no está en que se ocupe de los
enfermos, de los presos, de los migrantes, de los hambrientos, de los sin
techo, de los que no tienen trabajo, de los descartados, que denuncia la
guerra, el tráfico de armas, la trata de personas, que propicie la paz, la
justicia, el encuentro y predique el evangelio a todos… la crítica de sus
compatriotas se basa en ver a quién recibe, o si hoy sonríe más que ayer, o
¿por qué no viene a la Argentina si tanto lo necesitamos?, o si pasará volando
por Buenos Aires o dará un rodeo por la Antártida para no ser visto”.
“Les
diría, para serenar las mentes, aquietar las lenguas y examinar las
conciencias, lo siguiente: escuchen qué dice el Papa y qué hace en su vida
cotidiana, si llegan a descubrir que él es coherente, imiten lo bueno, y en vez
de la crítica pueden leer Lc. 15: “Todos los publicanos (corruptos) y pecadores
se acercaban a Jesús para escucharlo, los fariseos y los escribas murmuraban
contra Él…”.
Esteban Pittaro
Aleteia Argentina