El
sacerdote, cuyas referencias al Worldpride y a San Pablo evidencian que sus
críticas se referían a los actos homosexuales y a su exaltación pública, seguía
así la línea del Catecismo de la Iglesia Católica
Según informa la agencia Efe citando
fuentes del Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, la Generalitat
de Cataluña ha abierto un expediente sancionador al párroco de la iglesia
de la Inmaculada Concepción de Hospitalet de Llobregat (Barcelona), Custodio
Ballester, por afirmar que la homosexualidad es "un pecado
gravísimo". Asimismo, ha remitido sus afirmaciones a la Fiscalía de Delitos
de Odio por si son
delito. El sacerdote catalán podría ser sancionado por la vía
administrativa en aplicación de la ley "para erradicar la
homofobia" aprobada en Cataluña en 2014.
En realidad, lo que hizo el sacerdote en su homilía de la
misa del 24 de junio fue formular críticas al Worldpride de Madrid y
afirmar la necesidad de que los pastores instruyan el juicio moral de los
fieles sobre
acontecimientos como el Orgullo Gay: "Si no dices nada, tu gente, no digo
los que no vienen a misa nunca, no, vosotros, acabaréis pensando que eso de ser
gay está bien. Y resulta que no".
El sacerdote citó entonces a San Pablo: "Por eso los
entregó Dios a pasiones afrentosas. Pues, por una parte, sus hembras trocaron
el uso natural por otro contra naturaleza. Igualmente, por otra, también los
varones, abandonando el uso natural de la hembra, se abrasaron con sus impuros deseos,
unos de otros, ejecutando varones con varones la infamia y recibiendo en sí
mismos el pago de su extravío" (Rom 1, 26-27).
"¿Hay alguien aquí que sea más listo que el
apóstol San Pablo?", se preguntó el sacerdote, antes de recordar que
"hay un mandamiento, el sexto, que dice 'no cometerás actos
impuros'": "¿Hemos olvidado que la homosexualidad es un pecado
gravísimo, porque es contra la naturaleza del ser humano, que está llamado a
unirse a su mujer y ser los dos una sola carne? ¿Y que esos que muestran sus
vergüenzas están obrando mal?".
El sacerdote, cuyas referencias al Worldpride y a San Pablo
evidencian que sus críticas se referían a los actos homosexuales y a su
exaltación pública, seguía así la línea del Catecismo de la Iglesia Católica cuando afirma
que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados”, "son
contrarios a la ley natural" y "no pueden recibir aprobación en
ningún caso" (n. 2357).
"Vamos hacia una dictadura"
El padre Ballester lamentó que "los que gobiernan han
puesto unas leyes según las cuales al que dice lo contrario lo acribillan a multas y hasta lo pueden
meter en la cárcel por delito de odio a los homosexuales".
"Ya tengo demasiados pecados como para además tener el
de no decir la verdad, el de no daros un criterio justo para que juzguéis lo
que sucede", continuó: "Vamos hacia una dictadura en la que
no se permitirá ninguna discrepancia, pero ¿es que nos
hemos de avergonzar de la verdad de nuestro Evangelio, nos hemos de avergonzar
de los mandamientos de Dios para contentar al mundo?".
"¿Queréis la vida eterna?", se preguntó el
sacerdote: "Pues hay que subir a la Cruz con Cristo. ¿Queréis la vida
eterna? Pues hay que dar testimonio de la verdad delante de este
mundo podrido y pervertido... Somos la luz del mundo y la sal de la tierra, y la sal
debe salar y la luz debe iluminar... Si los que tenemos que ser luz no somos
luz, qué grande es entonces la oscuridad".
Fuente: ReL