Imagen
de la construcción de la paz
El
próximo 13 de mayo se cumplen cien años de la aparición de la Santísima Virgen
María en Fátima, a los pastorcitos Lucía, Jacinta y Francisco. Cien años que
han conmovido al mundo. Y lo han dividido, justamente por no escuchar su
mensaje de paz y de oración.
Sin
embargo, el Apostolado Mundial de Fátima no ha parado en su misión de llevar el
mensaje de Nuestra Señora a todo el mundo.
En
especial en este año 2017, año del centenario, la ha llevado a donde
–supuestamente—se concentran las naciones para armonizar intereses y propiciar
el bien común: las Naciones Unidas, en Nueva York.
En
efecto, la imagen peregrina de la Virgen de Fátima, igual a la que espera a
millones de peregrinos estos días en Portugal (entre ellos, peregrino de honor,
el Papa Francisco, quien canonizará a Jacinta y a Francisco Martos) será
venerada en la sede de la ONU, a orillas del río Hudson.
Además
del Apostolado, los promotores de esta visita inédita son la Misión del
Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas y la Misión
Permanente de Portugal. Seguramente influidos por el actual secretario general
de la ONU, el portugués Antonio Guterres.
Constructora de paz
La
escultura de bulto de la Virgen Peregrina irá acompañada de una serie de
acontecimientos para reflexionar, desde la ONU, sobre “el mensaje de paz de
Fátima y su duradera relevancia en la construcción de la paz”.
Un
mensaje que no ha sido escuchado por el hombre y que ha producido la Segunda
Guerra Mundial, entre otras catástrofes humanitarias.
Habrá
otros temas marianos y cristianos como “la importancia de los líderes
religiosos que sirven como ejemplo de tolerancia y paz”, o el de “María, la
dignidad de la mujer y el papel de la mujer en la promoción de una cultura del
encuentro”.
También
y con motivos de la canonización de los pastorcitos videntes Jacinto y
Francisco, se reflexionará en la sede de la ONU sobre “el papel de los niños en
la causa de la paz”.
Tras
abandonar la ONU, la imagen de Nuestra Señora estará en dos templos
emblemáticos de Nueva York: el de la Sagrada Familia y la catedral de San
Patricio.
A
ella le acompañarán las reliquias de los nuevos santos Jacinta y Francisco
Martos, quienes serán canonizados por el Papa en el Santuario de Fátima
exactamente cien años después de que vieron a la Virgen.
Jaime Septién
Fuente:
Aleteia