Para comenzar el día...
"con buen pie"
Hola,
buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Muchas
mañanas me sucede lo mismo: cuando ya están a punto de tocar las 6:30, cuando
más tarde voy, voy a meter los pies en los zapatos y... ¡vaya, los cordones
atados! Con lo poco que cuesta desatarlos para quitártelos por la noche... pero
muchas veces me puede la comodidad de sacarlos sin más, y, claro, al día
siguiente me pasa factura.
Anoche,
sin embargo, al quitármelos decidí desatar primero los cordones y ensanchar
bien el zapato para que hoy pudiera ponérmelos de nuevo con toda comodidad. ¡Y
qué gozada por la mañana saber que no hay nudos que te entorpecen para comenzar
el día "con buen pie"!
Cuántas
veces nos vamos a la cama con ciertos nudos sin deshacer: ese problema que te
preocupa, o con ese enfado que no has soltado... y pensamos en dormir como
solución temporal, pero al día siguiente descubrimos que los nudos con los que
nos fuimos a la cama continúan estando ahí, y ya te condicionan para comenzar
tu día.
Cristo
conoce nuestra vida, sabe cómo somos y conoce lo que estamos viviendo, por eso
se encarnó, porque Dios sabía que nosotros no éramos capaces de desatar todos
esos nudos. Necesitábamos al mismo Dios en persona que viniera a hacerlo por
nosotros.
Y
ésta es la buena noticia: que Él ya lo hace por ti, tan sólo necesita que, en
tu libertad, le entregues aquello que te ata, aquello que te esclaviza o que te
preocupa. Él sabe confortarte en tu enfermedad, consolarte en los momentos
difíciles, calmarte en los enfados, llenar de Vida tu día... por eso ya no
tienes que irte a dormir con todos esos nudos, porque, si le dejas a Él, los
irá desatando en cualquier momento del día, y, a cambio, pondrá en tu corazón
tal Paz, que no dudarás en confiar que Él lo lleva todo.
Hoy
el reto del Amor es desatar nudos. Cuando sientas que algo te está pesando, que
se te pone un nudo por delante, vuelve tu mirada a Cristo y pídele que sea Él
quien lo desate todo. Eso sí, pídele unos ojos nuevos para poder ver cómo lo va
a hacer.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma