Las clases empiezan en julio
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
Hemos empezado un curso de teología; sí, sí, todo el
mundo pensando en las vacaciones y nosotras... ¡estrenando libros! Estamos tan
ilusionadas que ni nos planteamos esperar a septiembre.
Me impresionó mucho porque, antes de abrir los libros,
todas fuimos a nuestras celdas y nos pusimos a ordenar. Algo nuevo empezaba,
había que dejar hueco y espacio para el material.
Mientras ordenábamos, fueron apareciendo recuerdos que
íbamos compartiendo. El aspirador paseaba de un lado a otro y, poco a poco,
todo quedó diferente. (Hey, no imagines que antes era la jaula de los leones,
es sólo que... a veces vamos un poco rápido).
La cosa es que miraba a la celda y daba paz. Ahora sé
dónde está cada cosa, te sientes a gusto, es un espacio habitable.
Muchas veces, las prisas o el miedo a parar hacen que
tengamos cierto desorden por dentro o por fuera. Nos sentamos a orar y no
podemos, pues la lista de la compra, la reunión de empresa, el viaje, el
problema en casa... nos abruman. En el despacho somos "ordenados en medio
de nuestro desorden"; vamos, que nadie tenga que buscar nada sin que esté
yo...
Empezar por el orden, sin embargo, reconstruye y
cambia la perspectiva de las cosas.
Seguro que has comenzado el día con el cajón a tope de
cosas, es probable que temas no poder llegar a todas o ni siquiera poder
encontrarlas en tu cabeza. ¿Y, si encima de todo lo que tienes, te propongo
ordenar?
Hoy el reto del amor es que pares y ordenes tu día con
Cristo. Empieza con ilusión, empieza el día con Él y verás cómo sale todo. Y,
de paso, prueba a ordenar algo que lo necesite.
VIVE DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma