Testimonio sobre lo
importante que fue su abuela en su fe
Cuando
una noticia nos llega de Estados Unidos, en seguida pensamos en vuelos
espaciales, en computadores electrónicos, en conflictos militares, avances
tecnológicos, índices de la bolsa neoyorquina, estrenos de películas, etc. Pero
hay mucho más. Hasta hay la devoción a la Virgen y el rezo de su rosario.
Desde Saint Paul, Minnesota, Estados
Unidos, una señora cuenta así sus experiencias:
“Cuando era niña, nuestra familia vivía en una pequeña casa, donde la abuelita venía a visitarnos; solía estar dos o tres semanas, y nosotras nos disputábamos el privilegio de estar en su compañía. Por ser yo la mayor, conseguí dormir en una cama cerca de la suya.
Cada noche, después de apagar las luces y
quedar todo en silencio, la oía cuchichear suavemente: estaba rezando. Parecía
que no iba a acabar nunca y pronto me esforcé por entender lo que decía. Supe
que rezaba el rosario, y de esta manera aprendí el Padrenuestro, el Avemaría y
otras oraciones de su uso particular.
La abuelita era irlandesa, católica.
Nuestra madre abandonó la religión al casarse con nuestro padre. Siempre hemos
ido a escuelas no católicas; en casa no había religión, excepto la de nuestra
abuelita, cuando nos visitaba.
Me casé y no me acerqué más a la iglesia.
Pero nueve años más tarde sentí la necesidad de una base espiritual. Acudí a la
biblioteca, estudié varias religiones Y siempre por la noche recordaba los
rezos de la abuelita. Leí libros sobre el Catolicismo, que daban respuestas a
todas mis dudas. Encontré un sacerdote, me instruyó en lo necesario y recibí el
Bautismo.
Yo rezaba por mi marido y por mis padres.
Un año después de ser cristiana, mi esposo anunció que iba a prepararse para el
Bautismo. Nuestra madre se reconcilió con la iglesia. Tuvimos un hijo y lo
bautizamos según el rito católico. Mi cuñada y su esposo, al ver cuán felices
éramos con nuestra nueva religión, se hicieron católicos, y mi marido y yo
somos padrinos de sus tres hijos.
¡Todo debido al Rosario rezado en voz baja por una buena mujer!
Texto del libro “Anécdotas Marianas” de
Fr. José A. M. Puche, O. P.
Artículo publicado por Web
Católico de Javier