Desde la India nos llega una nueva tragedia
de los vientres de alquiler
La India es la capital
mundial del vientre de alquiler. Cuesta mucho menos que en los países
occidentales, y es por este motivo que es el destino elegido por quien no tiene
las posibilidades económicas para satisfacer en, por ejemplo, California su
deseo sin límites de maternidad y paternidad.
Patria del surrogacy low cost, la India mueve un negocio que le procura
beneficios de entre 2,3 y 5 millones de dólares.
Los costes reducidos han
convertido a la India en el destino preferido del “turismo de procreación”.
(Asia News, 30 de octubre 2015)
Madhumati Thakur, una joven de 22 años, fue asesinada en Maharasthra porque se
rebeló contra el tráfico de óvulos y la venta de su hijo.
La historia de Madhumati Thakur
La historia de esta joven
salió a la luz esta semana, centrando la atención en el tráfico de óvulos
en Maharashtra.
La policía de Hadapsar (cerca
de la ciudad de Pune), arrestó a cuatro mujeres y a otra persona culpables del
homicidio de la joven madre, y del intento de venta de su niño.
El cerebro de la operación
era Nikita Sanjay Kangne, que se acercaba a mujeres pobres de los suburbios de
Wanowrie y Hadapsar y las convencía para que donaran sus propios óvulos con la
promesa de recibir una ingente cantidad de dinero a cambio. Lo mismo sucedió
con Madhumati, que se rebeló y por eso fue asesinada . (Asianews, 24 junio 2016)
Cada mujer vale solo 15.000 rupias
Nikita Sanjay Kangne, a la vez “donante” de óvulos y madre subrogada, había encontrado trabajo en un centro de fertilidad de Vimannagar, especializado en fecundación in vitro, al que proveía de donantes de óvulos por comisión.
Nikita Sanjay Kangne, a la vez “donante” de óvulos y madre subrogada, había encontrado trabajo en un centro de fertilidad de Vimannagar, especializado en fecundación in vitro, al que proveía de donantes de óvulos por comisión.
La clínica pagaba 15.000
rupias por cada mujer, 198 €, 10.000 destinadas a la donante y 5.000 por su
trabajo. (Asianews,
24 junio 2016)
Aborto selectivo
Pascoal Carvalho, médico
católico, miembro de la Comisión diocesana por la vida humana, contó que la India es uno de los países donde más
fácil es abortar. “Las cifras estimadas hablan de seis millones de abortos a nivel nacional
cada año”.
Eso quiere decir que 26
mujeres de cada mil en edad reproductiva, no deja que su hijo nazca”.
Y, añadió, “aunque esté en
vigor la ley de 1994 de técnicas de diagnóstico prenatal, que prohíbe los test
que determinan el sexo, igualmente se hacen estos exámenes y se mata al feto”.
Las prácticas discriminatorias contras las
mujeres están muy
difundidas por toda la India, donde “las normas culturales consideran a la
mujer inferior al hombre”. ”. (Asianews, 4 marzo 2016)
La maternidad subrogada, “solo un negocio”
El doctor Pascoal Carvalho,
al comentar el trágico asunto de la mujer asesinada, afirma: “la subrogación de
la maternidad nunca ha estado a favor de la vida. Es solo un negocio”.
“Es un mercado que factura
millones de dólares, en gran parte sin controlar y privado de ética, lleno de
potenciales peligros y muy ambicioso (…). La vida no se valora en la práctica
del vientre de alquiler”, continúa.
“Estrategias de marketing
engañoso muestran este negocio de una forma distinta a lo que es: la mercantilización de la vida.
El niño no es un don, sino un artículo que se vende y se compra”.
“Las decenas de miles de embriones destruidos,
los peligros para la mujer que
presta su útero, y ahora el asesinato de una de ellas en Pune, revela la amarga
verdad de la subrogación: el fracaso del valor intrínseco de la vida humana”.
Además no “hay una
legislación adecuada ni transparencia en las estructuras. La maternidad
subrogada aparece como una alternativa atractiva para las madres pobres, que
así ganan algo, o para las parejas infértiles que pueden satisfacer su deseo de
ser padre”.
“Pero la falta de leyes
adecuadas lleva solo al abuso de ambas partes, madres subrogadas y
padres, en beneficio de los intermediarios, las agencias comerciales”. (Asianews,
24 junio 2016)
Un reciente artículo de
Monica Ricci Sargentini contaba una jornada de incógnito en Roma con el
director de Extraordinary Conceptions, Mario Caballero y las potenciales
parejas deseosas de recurrir a la práctica del vientre de alquiler.
En palabras de Caballero, se
confirma que la maternidad subrogada es solo un negocio.
Durante el encuentro le
preguntaban: ¿Y las madres subrogadas? ¿Quién nos asegura que no cambiarán
de idea? “No, una vez firmado el contrato, dice, no es posible. A la portadora
le hacemos un test psicológico que testifica que está sana de mente, así no
puede decir que no sabía lo que hacía”.
Durante todo el embarazo las
madres son seguidas por una psicóloga “porque deben entender, explica
Caballero, que este es un negocio, no
deben ser emotivas, deben pensar que es un negocio. Se lo digo siempre”.
(Corriere
della Sera, 2 junio
2016)
Este es el pensamiento del
cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini que hacemos nuestro: “El deseo no
puede ser un derecho. Lo que tiene que estar en primer lugar es el interés del
niño, no la voluntad de dos personas de tener un hijo. Los hijos no se
construyen” (Roma
Sette, 7 marzo 2016)
Fuente: Aleteia