Se trata de un espacio que prohíbe el acceso
a los peregrinos desde 1967
La zona de Qasr al-Yahud, que
se extiende alrededor de la orilla occidental del río Jordán, a la altura del
sitio que la tradición identifica como el lugar del bautismo de Jesús, se
realizará la remoción de minas y otros artefactos que aún se encuentran
dispersos, cincuenta años después de la Guerra de los seis días (5-10 de junio
de 1967).
Según reporta la prensa
israelí, el área que será limpiada de minas se extiende aproximadamente por 100
hectáreas y es inaccesible desde 1967.
Qasr el-Yahud, a pocos
kilómetros de la ciudad de Jericó, se encuentra en los territorios palestinos
ocupados por Israel en 1967, justo en la frontera con Jordania. El área cuenta
con antiguas iglesias y monasterios que hasta ahora han sido considerados como
inseguros debido a las minas. Desde 2011, Israel ha hecho accesible una única
ruta directa a un lugar para las ceremonias cristianas, en la orilla del
Jordán.
El acceso está permitido a
los peregrinos hasta ahora bajo la supervisión del ejército israelí que
controla la zona. El
llamado Qaser al Yahud (Castillo de los Judíos) es un campo minado de 136 acres
(unos 550 metros cuadrados) que ha impedido el acceso a siete iglesias desde
que concluyó la Guerra de los Seis Días de 1967.
La retirada de las minas
permitirá ahora que estas iglesias, que pertenecen a las ortodoxias copta,
etíope, griega, católica romana, siria y rusa, sean restauradas y puedan ser
visitadas por peregrinos y turistas. Asimismo, también está prevista la
retirada de las minas de un lote de terreno perteneciente a la Iglesia Armenia
Ortodoxa.
Según ha explicado HALO Trust
en un comunicado, la Autoridad Nacional de Acción Contra Minas Israelí (INMAA)
se puso en contacto con ellos tras su exitosa labor en la eliminación de este
tipo de artefactos en otros puntos de Cisjordania.
La ONG ha estimado que el
coste del proyecto de desminar el lugar del bautismo de Jesús ascenderá a unos
4 millones de dólares, por lo que ha invitado a organizaciones y donantes a
hacer aportaciones.
Para el arzobispo de
Canterbury, Justin Welby, ha admitido que es
“doloroso” que un lugar histórico como en el que fue bautizado Jesús “sea un
sitio marcado por los escombros de la guerra”. Su recuperación,
ha añadido, “traerá un símbolo de esperanza a una región que lucha contra las
profundas y arraigadas diferencias”.
Por su parte, el arzobispo de
la Iglesia Siria Ortodoxa en Jerusalén, monseñor Severios Malke Mourad, ha
resaltado que “en un momento en el que muchos sitios religiosos están siendo
destruidos en Oriente Próximo, las actividades de desminado en estas iglesias
por parte de HALO Trust traerán un poderoso símbolo de esperanza”.
El fraile Pierbattista
Pizzaballa, custodio de Tierra Santa, ha reconocido que aunque los franciscanos
siguen usando el lugar pero con un acceso limitado, esperan “con ansias el día
en el que, gracias a HALO, podamos celebrar el Sacramento del Bautismo de
Cristo en paz.
Fuente: Artículo originalmente publicado por Forum
Libertas