Frases que conectan, a la perfección, con la espiritualidad del Papa Francisco
Para
nadie es un secreto que Gilbert Keith Chesterton, no obstante no haber tenido
un hijo, fue uno de los grandes defensores de la familia en la Inglaterra de
principios del siglo XX.
Son
cientos, quizá miles de sus escritos que atestiguan una máxima, inventada por
el mismo Chesterton, de que quienes atacan a la familia “no saben lo que hacen
porque no saben lo que deshacen.”
Chesterton,
corpulento y locuaz, agudo y fenomenal, dejó frases luminosas e irónicas,
avanzadas y conservadoras sobre todos los aspectos del catolicismo, religión a
la cual se convirtió –dicen—después de haber escuchado un sermón de un
sacerdote en Londres.
La
leyenda cuenta que al final de la Misa a la que había asistido Chesterton,
refugiándose de un aguacero imprevisto, fue a la sacristía a pedir el bautismo,
pues quería entrar en la Iglesia católica después de haber escuchado al padre
en su homilía.
El
cura, ufano, le preguntó qué había oído en su sermón que lo impulsara al
bautismo, a los que el rey de la paradoja contesto algo así como: “Si la
Iglesia católica ha sobrevivido 2,000 años con sermones tan malos como el suyo,
es la Iglesia verdadera.”
Bromas
aparte, ahora con la publicación de la Exhortación postsinodal “La alegría del
amor” sobre la familia, creemos un deber de Aleteia, aportar al menos diez
frases de lo que el propio Chesterton llamó –y que no necesita muchas
explicaciones para entender a qué se refería—“los asesinos de la familia.”
Frases que conectan, a la perfección, con la espiritualidad que a las
conclusiones de ambos sínodos, el extraordinario de 2014 y el ordinario de
2015, imprimió el Papa Francisco:
1.
“Es indudable que vemos ahora a esta institución doméstica en sus desventajas,
luchando por la vida y casi hecha pedazos por las fuerzas del materialismo y
del capitalismo.”
2.
“La respuesta a cualquiera que hable del exceso de población es preguntarle si
él mismo es parte de ese exceso de población; o si no lo es, cómo sabe que no
lo es.”
3.
“El verdadero y normal control de la natalidad se llama control de uno mismo.”
4.
“En el momento en el que la sexualidad deja de ser un siervo, se convierte en
un tirano.”
5.
“La próxima gran herejía va a ser sencillamente un ataque a la moralidad, y en
particular a la moralidad sexual (…) La locura de mañana no está en Moscú sino
mucho más en Manhattan.”
6.
“El sexo es un instinto que produce una institución, es algo positivo y no
negativo, noble y no ruin, creador y no destructor, porque produce esa
institución.”
7.
“Pero lo que los periódicos capitalistas llaman control de la natalidad, no
tiene nada que ver con el control. Más bien es la idea de que la gente debería
estar por completo y absolutamente sin control alguno, siempre que pueda
esquivar todo lo que es positivo y creativo, inteligente y digno de un ser
libre.”
8.
“Nosotros tenemos mucha más esperanza en las familias humanas y en su poder de
encontrar la felicidad que quienes desean prevenir los nacimientos; podemos
estar equivocados, pero no podemos ser mórbidos.”
9.
“De cualquier forma, lo cierto es que el sexo puede ser usado con seriedad para
construir algo o con frivolidad, para echarlo todo a perder.”
10.
“Hay niños que no son deseados, pero ¿quiénes no los desean? Este individuo no
quiere decir que los padres no quieren tenerlos. Lo que quiere decir es que los
patrones no quieren pagar apropiadamente a los padres.”
Por Jaime Septién
Fuente: Aleteia